Montañas de basura en cuanto baldío había disponible, un anillo de la circunvalación repleto de bolsas por todos lados, completados por cientos de familias, con sus hijos, revolviendo y comiendo entre montañas humeantes de basura. Éste fue el escenario que motivó al Gobierno de San Juan a declararle la ‘Guerra a la Basura’, en el año 2005. Hoy, a 10 años, la provincia ya invirtió más de 250 millones de pesos en la construcción de 9 plantas de tratamiento de residuos (algunas ya en funcionamiento y el resto en plena construcción). Más de 4 mil hectáreas de basurales completamente saneados y recuperados, cientos de campañas de difusión y educación ambiental, plena construcción del Ecoparque, un centro modelo en Sudamérica en educación ambiental, totalmente sustentable y bioclimático y la planificación de un Parque Industrial Ambiental donde vuelva en productos, los residuos recuperados.

La primera acción planteada fue la limpieza de baldíos, de banquinas de rutas y de la mítica avenida de Circunvalación. De hecho allí es donde surge la Brigada Verde; un grupo de gente que empezó a limpiar los costados de la avenida, acompañados de una fuerte decisión política de multar a aquellos que arrojaran bolsas de residuos por todos lados.

Esa acción fue el puntapié para el surgimiento del área hoy conocida como Unidad de Coordinación de Saneamiento Ambiental. En este marco es que en la actualidad se contabilizan más de 4.000 hectáreas de terrenos saneados. Es decir limpiados y protegidos para que no vuelvan a ser usados por ciudadanos desaprensivos.

Con más de una decena de máquinas pesadas (algunas del Gobierno de San Juan y otras aportadas por Municipios), se comenzó con la tarea de limpieza. Uno de los basurales más grandes saneados completamente fue el de la zona de La Bebida, en Rivadavia. Allí donde había la más numerosa población de familias enteras revolviendo de entre los residuos. Todos ellos hoy fueron integrados a planes sociales o integrados al sistema formal de trabajo siendo hoy operarios del Parque de Tecnologías Ambientales de la Región 1.

Los departamentos Capital, Rawson, Chimbas, Rivadavia, Santa Lucía, Pocito, Ullum y Zonda, son los integrantes de la Región 1 donde se construyó la primera de las 9 Plantas de Tratamiento de Residuos de la provincia. Allí donde antes había un basural, en abril de 2011 quedó inaugurado el Parque de Tecnologías Ambientales (PTA), ubicado en el departamento Rivadavia. Luego llegó el turno de Jáchal (región 6), Iglesia (región 7) y el Punto de Trasbordo de Albardón (región 4).

Las plantas en construcción

ctualmente están en construcción las plantas de las regiones: 2 (Caucete, 25 de Mayo y 9 de Julio), ubicada en la zona de Las Talas, en Caucete; la 3, ubicada en San Martin, que corresponde a ese departamento y Angaco; la 8 del departamento Calingasta, la 9, que está siendo construida en Valle Fértil y la 5, ubicada en Sarmiento y donde se desarrollará una prueba piloto de generación de energía, a partir de los residuos. Sólo en las 9 plantas, la inversión asciende a 116,3 millones de pesos.

Otro punto destacable y que estará ubicado en el mismo predio del campo de La Bebida, Rivadavia, ubicado junto al Parque de Tecnologías Ambientales, es el edificio del Ecoparque, denominado ‘Anchipurak’, que en la voz Huarpe significa rayo.

Un novedoso centro de interpretación y desarrollo educativo ambiental, construido bajo normas bioclimáticas y de sustentabilidad. Ese centro de interpretación, que comenzó a ser construido hace 20 días, será el más moderno de Sudamérica. La inversión en este edificio ronda los 50 millones de pesos.

Así la provincia de San Juan hace punta a nivel nacional con el más completo programa de manejo de los residuos sólidos urbanos además de contar con la más baja taza de vertido que hay en todo el país. Actualmente se paga 140 pesos por tonelada en tanto que la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, abona por este concepto casi 400 pesos. A nivel internacional también hay diferencia ya que en América la taza ronda los 200 dólares mientras que en Europa es de 150 Euros.

Es importante destacar que este proceso de la basura da trabajo a más de 400 familias.

Riguroso control para que la basura llegue a la planta

Uno de los pilares para cimentar este Plan Estratégico de Gestion Integral de Recursos Sólidos Urbanos (PEGIRSU) fue el trabajo con el generador, el transportista y la disposición final, siendo el sistema de trazabilidad, la herramienta elegida controlar desde que el residuo sale de los puntos de generación hasta que es depositado en un sitio de disposición final. Para eso las ordenes de transporte, emitidas por cuadruplicado, permiten a la Secretaría de Ambiente, al municipio, al chofer del camión y a la planta de tratamiento de residuos, tener toda la información y poder asegurarse que el camión llegue a destino y con la carga que salió desde el lugar de origen.

El generador debe llevar un control de sus órdenes de transporte y deben trasladar sus residuos en movilidades y contenedores autorizados por la Secretaría.

El transportista es el responsable de cualquier daño que se produzca por el incorrecto traslado de los resíduos sólidos urbanos. Es el encargado de trasladar las órdenes de transporte y otorgar copia al generador y su certificación de disposición adecuada. Las órdenes, para ser consideradas válidas, deben estar debidamente llenadas por el actor correspondiente.

El operador se responsabiliza por cualquier daño que se produzca del mal manejo de los residuos. Además debe completar su apartado especificando el tipo de residuo entregado. En caso de tratarse de mezcla especificar el porcentaje de cada uno. También es el operador el encargado de colocar número de registro otorgado por la Secretaría de Ambiente de la provincia en el caso de los generadores de más de 1.500 kilos. Por su lado, los generadores particulares deben aclarar nombre y apellido de la persona que entrega el resíduo sólido urbano y el domicilio.

El transportista debe completar el apartado correspondiente declarando número de registro de la empresa, del vehículo, de los contenedores y del chofer. Especificar la cantidad de contenedores a transportar, consignando el tipo de residuo que traslada cada contenedor identificado por el número de registro. Debe aclararse los metros cúbicos trasladados y en el caso que se cuente con las toneladas, aclarar el peso.

En la planta de tratamiento o sitio de disposición final, se debe completar la recepción del residuo con el correspondiente sello de ingreso.

La colaboración de los 19 municipios de la provincia, es vital para que este sistema hoy de sus frutos y podamos estar hablando de la provincia con mejor gestión de residuos del país.