San Lorenzo, con el sanjuanino Emmanuel Mas de suplente, aguantó de manera angustiante el empate 0-0 ante Vélez y se dio el gran gusto de coronarse campeón del torneo Inicial en Liniers, aprovechando la igualdad que hubo en Rosario entre Newell’s y Lanús. San Lorenzo volvió a cantar campeón luego de seis años, cuando obtuvo el torneo Clausura 2007. En un flojo partido, por momentos intrascendente, el final fue vibrante y el arquero Sebastián Torrico terminó siendo el héroe de su equipo al sacarle un bombazo a Agustín Allione, que hubiese significado el triunfo y el título para los conducidos por Ricardo Gareca.
Los dirigidos por Juan Antonio Pizzi volvieron a jugar mal, no tuvieron el vértigo y la precisión que mostraron en otras fechas, pero el punto les alcanzó para celebrar una nueva estrella. Además de los jugadores, el árbitro Néstor Pitana también estuvo confundido en algunos de sus fallos, provocando así una exaltación extra de los protagonistas y el público. Un ejemplo de ello sucedió a los 10 minutos cuando Ignacio Piatti encaró y en la medialuna fue derribado por Lucas Romero. Pitana marcó la falta, aunque si otorgaba la ley de ventaja, la maniobra pudo haber terminado en gol de Angel Correa. Después, Vélez tomó el control del juego apoyado en el empuje de su gente, pero se lo vio demasiado acelerado y falló en la terminación de las jugadas. San Lorenzo, en tanto, se refugió en su campo y trató de salir de contragolpe, esperando que se ilumine Piatti. Así y todo, la visita tuvo la única chance importante para romper la paridad cuando a los 40 un disparo de Correa fue despejado por Sebastián Sosa, en una jugada que se había iniciado por un equivocación de Fernando Tobio. En el complemento, el partido se mantuvo con la misma tónica, pero comenzaron a aparecer espacios en las dos defensas, producto del cansancio. De esta manera, a San Lorenzo le salió bien su estrategia de apostar al cero y pudo por fin gritar campeón en este certamen tan irregular.
