Buenos Aires, 23 de febrero.- De más a menos. Así fue el rendimiento de San Lorenzo en la primera etapa en la tarde del Nuevo Gasómetro ante Quilmes. En busca de su tercer triunfo al hilo, los hombres de Edgardo Bauza buscaban el ataque a partir de la movilidad de Correa y de las ganas de Romagnoli, pero con el correr de los minutos, la presión de los de Caruso pudo neutralizar los avances locales. Incluso, la visita comenzó a merodear el área de Torrico, al que exigió sobre el final de la primera etapa con un buen zurdazo de Bontempo. Por el lado del local, el impulso inicial apenas si sirió para llevar algo de peligro al arco de Dulcich con un cabezado de Mauro Matos.
A los 10 minutos del segundo tiempo San Lorenzo encontró el gol, pero antes tuvo que sufrir. Es que un minuto antes la gran chance la había tenido Quilmes en los pies de Jonathan Zacaría, pero una enorme intervención de Torrico impidió que la visita se pusuiera en ventaja. Perdonó el equipo de Caruso, pero no el de Bauza. Matos tomó la pelota en el circulo central e inició un contraataque, pero cayó al trabar con un rival y Correa tomó la posta. El pibe corrió y ganó en velocidad para pisar el área solo, mano a mano con el arquero Dulcich. Cuando jugó hacia su derecha para tratar de dejar al arquero en el camino, Dulcich llegó a manotear la pelota, pero no alejó el peligro. El mismo Correa llegó cómodo al balón para sacar un centro perfecto justo a la cabeza de Piatti, que sólo tuvo que empujarla para poner el 1-0.
