Buenos Aires, 12 de septiembre.- El clásico del barrio protagonizado por Huracán y San Lorenzo terminó con el triunfo del dueño de casa. Ahora, si bien El Ciclón mantiene la punta, quedo en riesgo. Es que, si Boca le gana mañana a River, recuperará la punta y lo dejará segundo.

El partido comenzó con un clima caldeado. Ates del pitazo inicial de Sergio Pezzotta los protagonistas marcaron el territorio con insultos, empujones y reproches.

Mientras el tanteador se mantenía 0 a 0, al final del primer tiempo se produjo la lesión de Ábila, que generó una gran preocupación en Eduardo Domínguez. Una afección en la rodilla lo sacó del partido y su lugar tuvo que ser ocupado por Iván Borghello. Las lágrimas del ex Instituto exponían la impotencia del delantero.

Recién cuando faltaban 20 minutos para el final del encuentro, Patricio Toranzo despertó el delirio en el Palacio. Con un sorpresivo tiro libre, el "Pato" selló el 1 a 0 para que el orgullo del barrio se quede en Parque Patricios.

Después de ese momento, la desesperación en los jugadores azulgranas despertó el caos y las expulsiones de Julio Buffarini y Matías Caruzzo liquidaron el encuentro.