No lo pasaron por arriba. Simplemente le ganaron bien. Lo malo es que la derrota ante Rafaela lo condena por todos lados porque se trata de un rival directo en la lucha por no descender de primera división. La Crema, que era nervio puro cuando San Martín ganaba, aprovechó un par de errores en la marca rival y dio vuelta el partido en el primer tiempo para sentenciarlo sobre el final mismo con el 3-1 que puso Gandín. Una pena porque aquel golazo de Bogado alimentó otra historia historia.
En el primer parcial, todo lo bueno que edificó San Martín con el paso de los minutos, lo terminó dilapidando en los últimos cinco. Paradójicamente Rafaela, que se movía nervioso y su gente estaba empezando a perder la paciencia, se encontró con un triunfo parcial que ni el más optimista hubiese imaginado.
El choque en el Monumental rafaelino había arrancado parejo. Con el local más incisivo para atacar pero con el verdinegro agazapado para la contra. A Caprari le faltó el socio de siempre (Penco) porque Graf ni por asomo fue el jugador referente por arriba como lo es el motoneta. En eso, la visita dio ventaja. Entonces la Crema tenía más vuelo en sus ataques. Así y todo, el equipo de Garnero se las ingenió para llevar peligro. Primero con un tiro débil de Graf. Después con un cabezazo de Landa. A esto el local había tenido la más clara, cuando Gandín se demoró en definir ante Pocjrnic.
Y llegó el minuto 28, cuando Bogado sorprendió al arquero Sara que estaba tapado con un remate que hizo una comba y se le metió junto al palo izquierdo. Golazo. Alegría total de la visita. Estupor completo en los anfitriones.
En los minutos que siguieron, el Verdinegro fue justificando la ventaja dilapidando un par de contras. Rafaela, atontado y cada vez más nervioso, iba e iba pero sin profundidad.
Faltaban 5’ para el descanso y nadie podía imaginarse lo que pasó en ese lapso. Dos veces seguidas la defensa se durmió en la marca y Rafaela facturó. Primero fue Carrera, con un tiro cruzado y de rastrón. Después Castro, con un toque sutil. Lo cierto es que el Verdinegro tiró por la borda todo lo bueno que había hecho antes.
En el complemento, apenas se inició, Rafaela estuvo a punto de liquidar pero Pocrnjic se lo ahogó primero a Gandín y por dos veces a Castro.
Con el ingreso de Ingresó Affranchino San Martín tuvo más presencia ofensiva. Bogado a los 19 con un remate alto y dos minutos después con un cabezazo que Sara sacó milagrosamente afirmó el dominio. Luego ingresó Penco (por un cansado Caprari) y se afirmó la tendencia. A los 26’ Sara mandó al corner un tiro espectacular de Mas. El empate estaba ahí. Pero no pasó eso y el tiempo le jugó en contra.
Hasta que a los 42’ Gandín sentenció el partido luego de una contra encabezada por Carignano, que tocó para el goleador.
Lo perdió San Martín y ahora está transitando un terreno empantanado. Tiene tiempo de recuperarse pero tendrá que analizar sus errores para no volver a sufrir como anoche en Rafaela.
