Cada vez que San Martín arrancó un partido perdiendo jugando fuera de Concepción, nunca lo pudo dar vuelta. Un común denominador para el equipo de Garnero que cuando recibe el golpe, no le encuentra la forma sobre cómo reponerse. Y ante Arsenal le volvió a suceder en un encuentro en el que tenía la gran chance de triunfo y con ello no sólo sumar el primero en esa condición, sino salir de la zona de descenso directo.

Pero nada de ello sucedió y otra vez se marchó con la cabeza gacha y el signo de impotencia en su rostro. A los 3’ del primer tiempo ya perdía por el tanto de Zelaya y pese a mostrar intentos de remontarlo, nunca tuvo la contundencia necesaria para lograrlo. Como que psicológicamente al equipo le cuesta asimilar el golpe y volver a erigirse para contrarrestarlo. Poco y sin profundidad. Una actitud que con sólo mirarla dentro del rectángulo presagiaba que el triunfo de Arsenal no corría riesgos y así fue más allá del penal errado de Penco. Fue 2-0 para volver a demostrar signos de inferioridad.

Fue otra derrota. Con historia similar si se tienen en cuenta los antecedentes. En la primera fecha que se postergó, ante Independiente comenzó perdiendo a los 20 minutos del periodo inicial. El resultado final: 2-1 abajo. Contra Boca pasó lo mismo, con la salvedad que fue un partido muy inteligente en la faz defensiva, no obstante cuando lo vulneraron le ganaron por 1-0.
En la fecha 10, visitando a Vélez la historia se repitió. le marcaron y nunca pudo ponerse a la par. Cayó 1-0. Historial al que hay que sumarle el del lunes a la noche ante Arsenal.

En lo que se refiere a los 3 empates que tiene de visitante, el 0-0 con Colón queda al margen y contra Godoy Cruz siempre estuvo al frente, pero no pasó del 2-2. La excepción a la regla fue el primer partido de este equipo lejos de San Juan, en La Plata, porque si bien a los 19 minutos del primer parcial ya caía 2-0, lo emparejó e igualó. En lo que fue un grandioso y contundente segundo tiempo, con actitud y vocación ofensiva. Cualidades que pocas veces volvió a mostrar en los sucesivos partidos.

Ese es el punto que le faltó a San Martín siempre que salió. Sumado a que cuando le anotan primero, se le viene el mundo encima. Distinto pasa de local, porque lo hizo frente a Tigre y Arsenal, para pasar en ambos juegos del 0-1 al 2-1 final.
Y en definitiva, son esos puntos que se dejan de vistante los que hoy lo tiene en descenso directo, porque de visitante regala mucho y ofrece poco. Factor que debe mejorar cuando antes para no estar obligado en el segundo semestre cuando los zapatos le aprieten en su afán de seguir siendo de Primera.

Aunque aquí es donde cabe una frase que se escuchó en cancha de Arsenal. ‘Garnero ya está pensando en la pretemporada, porque San Martín no va a descender, si el año que viene se unifica el fútbol‘.

Eso, a los hinchas no les cabe, quieren triunfos, verlo jugar bien, con reacción y actitud de un equipo que llegó al fútbol grande para hacerse sentir.