Fue una fiesta. Como tenía que ser. Con un marco de público cercano a las 5.000 espectadores en el Hilario Sánchez, San Martín revivió lo que significa ser campeón del Torneo Oficial de fútbol luego de más de una década sin conseguirlo (la última vez había sido en 1995). Resultó un justo ganador. Y si bien tuvo altibajos futbolísticos, sus méritos fueron pelearle la punta mano a mano a Peñarol hasta la última fecha sin nunca darse por vencido. Es que la diferencia que hizo el Bohemio en la cima al promediar el certamen resultó importante, pero el Verdinegro confió siempre y, en silencio, le arrebató el titulo a los chimberos al lograr 44 puntos contra 42. El 4-0 de los conducidos por Roly Rodríguez sobre Marquesado fueron la muestra clara de la jerarquía del campeón. Esto, sumado al 1-1 del Bohemio ante Trinidad, sentenció la historia en un martes feliz para todo el Pueblo Viejo.
El partido de anoche ante Marquesado, no fue tal y el resultado final lo demostró. Mas allá de que el inicio fue parejo, el dueño de casa siempre tuvo las más claras. A los 3′ Carlos Rojas, desbordó por derecha, pasó dos rivales y sacó un disparo que se fue muy cerca del segundo palo. La visita, por su parte, fue de mayor a menor porque manejó con criterio la pelota en el arranque, pero luego se fue apagando. Así, tras desperdiciar varias chances, llegaron los primeros gritos de San Martín. A los 31, Castro desbordó por izquierda, metió un centro y Gómez la empujó para el 1-0. Una jugada casi calcada, pero con otro asistidor (González) terminó en otro gol de Gómez.
Ya más tranquilo, en el complemento, el partido fue un monólogo de San Martín ya que manejó siempre los tiempos. Utilizó las bandas, circuló la pelota y tuvo otro ritmo para aumentar la ventaja. De entrada, a los 6 minutos, una innecesaria falta de Marquesado, en la puerta de su área, desembocó en un excelente remate de Castro, que la puso al segundo palo para liquidar la historia. En tanto que a los 28, luego de un centro pasado, González decoró el resultado con un sablazo, de afuera del área, al ángulo. Luego, hubo que esperar en el Barrio Atlético y entonces la fiesta fue sola verde y negra.
