Llegó desde Newell’s el año pasado con la intención de obtener continuidad en San Martín. De la mano del técnico que lo pidió con insistencia, Pablo Marini, la logró en el comienzo de la temporada. De a poco su despliegue le fue sirviendo para convertirse en una pieza clave del por entonces equipo del Pomelo. Hasta la décima fecha, cuando un desgarro lo sacó del equipo por más de un mes. Regresó ante Los Andes y ahí mismo sufrió una fractura, similar a una que había tenido en las inferiores de la Lepra, que lo quitó del plantel hasta el domingo pasado. Cuatro meses y un día después pegó el regreso. Para que, tal cual aseguró ayer Martín Seri, sea la vencida. Porque como dicen las señoras mayores "no hay mal que dure cien años".
"Me costó mucho aceptar lo que me pasó. Para mí fue muy duro el desgarro que tuve primero y cuando estaba recuperado, volví y me pasó la fractura. Aunque más allá de la mala suerte que tuve, siempre pensé a futuro. Busco que esta tercera chance en San Martín sea la vencida. Quiero demostrar lo que puedo dar y estoy convencido que se me va a dar", contó el gringo que nació hace 25 años en Chabas, un pueblo cercano a Rosario.
Las dos lesiones consecutivas que padeció el volante provocaron que se realizara análisis para descartar cualquier problema mayor. "Me hice distintos chequeos y lo único que me salió fue un problema menor con una glándula de tiroides. Pasa que no entendía nada, porque soy alguien que siempre se cuidó en su vida personal y entrenó a la par de sus compañeros. Después de descartar cualquier problema importante me quedé más tranquilo", describió.
Su regreso a los entrenamientos con el resto del plantel fue el 28 de febrero pasado, la fecha pautada desde que lo operaron de la fractura en su pie izquierdo. Desde entonces comenzó la cuenta regresiva para el reestreno: "Antes del partido estaba ansioso por saber cómo me iba a sentir. Una cosa es entrenar y otra jugar. Pero a medida que pasaron los minutos me fui sintiendo muy bien y por suerte pude estar en la cancha todo el partido", recordó sobre el choque del domingo ante Olimpo.
De ahora en más viene otra vez el objetivo de cumplir con el objetivo por el que dejó su Rosario natal. Y Seri lo tiene más que claro: "Espero poder ganarme la titularidad de nuevo y serle útil al equipo. Estamos levantando y eso motiva a cualquiera", comentó sobre el presente del equipo y agregó de cara al futuro "en el vestuario hablábamos con los compañeros que va a subir el equipo que logre meter una racha de cinco o seis victorias seguidas. No importa tanto como empezaste el año, sino como lo terminás. Por suerte, nosotros estamos otra vez agarrando ritmo y lo tenemos que aprovechar para descontar los puntos que nos llevan los de arriba".
Volvió Martín Seri. Ese rubio con pinta de modelo que parece tener más de dos pulmones debido a todo lo que corre. Todo San Martín agradecido, porque se lo extrañaba.
