Pasó este 2012 y en San Martín se podría hablar de misión cumplida porque el desafío cuando arrancó el primer semestre fue mantener la categoría y lo consiguió. Con suspenso, dramatismo y mucha personalidad, el equipo que entonces dirigía Facundo Sava empató la serie de Promoción sin goles frente a Rosario Central y con eso logró quedarse en Primera. Le costó muchísimo pero consiguió ese primer objetivo que no es menor, sabiendo que ser de Primera tiene un altísimo costo estructural y que la caída no suele ser sencilla para nadie. En el segundo semestre, el objetivo no cambió para San Martín y está metido de lleno en la pelea por no caerse. En el Torneo Inicial terminó apenas encima de los tres puestos de descenso directo, caminando por la cornisa. Cuando arrancó el certamen, la serie de 5 derrotas en línea se llevó el ciclo Sava y le dio lugar al ciclo Perrone. El yerno de Griguol arrancó bien, pero luego se cayó notoriamente en sus números y hoy entró en esa zona oscura y complicada que no admite más errores. Este 2012 dejó algunos resultados importantes para San Martin como el histórico empate en La Bombonera ante el Boca de Falcioni, pero también dejó en el debe, la serie de partidos sin poder ganar en Concepción.

Esa es la pelea de San Martín. Su lucha es quedarse en Primera y en este 2012 la peleó con todo. Zafó en Promoción pero ahora, de cara al 2013, ya no tendrá la salvación en una serie de promociones. Pelea contra San Lorenzo, Independiente y Unión de Santa Fe. Depende de sí mismo para zafar de todo pero en esta lucha, el que se equivoca pierde y eso, no le puede pasar al equipo del Pueblo Viejo.