La frágil salud de Sandro (63), atravesó ayer un nuevo capítulo que finalizó con éxito al superar una intervención motivada por una infección urinaria y todavía mantiene la esperanza de poder someterse, no antes de septiembre, a un doble transplante de pulmón y corazón.
El equipo, que asistió al artista en el Instituto Argentino del Diagnóstico y Tratamiento -donde está internado desde marzo-, consiguió evitar el ano contranatura y logró la "resección" del daño, permitiendo "la normal comunicación entre el intestino y la vesícula".
El intérprete está "en terapia intensiva, estable y sin la asistencia de respiración mecánica", según el parte divulgado al término de la cirugía, que duró tres horas. "Los próximos 7 u 8 días son los más críticos", señalaron los médicos.
