El padre, fue campeón argentino de ruta en ciclismo en 1974 y 78; anteayer el hijo disfrutó la alegría de coronarse campeón nacional entre los Master A-2 del mismo deporte, en Chilecito, La Rioja. Detrás de estos títulos que tienen como el factor común el apellido y los nombres cambiados de posición, el progenitor es Moisés José y el retoño José Moisés Carrizo hay una historia que tiene que ver con el amor por el ciclismo sin apartarse de la realidad en que vivimos.
Corría 1992 cuando Moisés Jr., terminaba tercero en la Doble Calingasta que ese año ganó Alberto Bravo, escoltado por Eduardo Graziani. Una temporada después, en 1993, después de haber ganado la Doble Añatuya en Catamarca y de liderar algunas etapas de la Vuelta de Mendoza que ganó Juan "El Pájaro" Agüero, con sólo 19 años concluía la campaña ciclista del hijo del campeón.
Por consejo paterno, ante la disyuntiva de sufrir las consecuencias de una actividad que no es rentable, el joven José Moisés dejó el deporte y puso todo su empeño en dar forma a un gimnasio. "Yo sufrí mucho con el tallercito, quería para él otro futuro", comenta el albardonero que supo reinar en el pelotón de 1ra. a 4ta. categoría, tal cual se denominaba cuando corría.
"Mi Viejo me hizo ver que para practicar el ciclismo en el primer nivel hacía falta contar los mejores materiales, se necesitaba un dinero que no teníamos, por eso me metí de lleno a la actividad privada", contó quien está al frente de una agencia de quiniela, una bicicletería y del gimnasio.
El paso del tiempo no menguó la pasión que los Carrizo sienten por el ciclismo. Por eso mientras forjaba su físico en largas jornadas con los fierros, Moisés -h-, siguió devorando kilómetros, pero entre los libres. Hoy, con 36 años, disfruta a pleno un presente que le permite ser el líder de un campeonato sanjuanino en su categoría -de veteranos- y entre los libres. "Compito con chicos de 18 años, es muy exigente y me va muy bien", explica.
Durante la temporada rutera pasada Carrizo Jr. se prendió en la mayoría de las competencias, ganando en muchas de ellas el premio al mejor pedalero de categoría Masters. Su mejor clasificación fue un noveno puesto en el circuito "Homenaje al Ciclista". Haberse codeado con los mejores del pelotón Elite, le permitió encontrar un ritmo y un fondo que fue clave para imponerse en Chilecito.
"La carrera fue muy dura, se corrió sobre nueve vueltas a un circuito de 10,3 Km con un falso plano pronunciado. En el quinto giro se consolidó una fuga de 20 ciclistas y desde ahí hasta el final todo fue de palo y palo", dijo quien -para la sesión de fotos- se puso con calzador la camiseta que lo identifica como campeón.
Ante la consulta sobre como se definió el certamen, José Moisés, explicó que de todos sus rivales en el sprint masivo al único que conocía era al bonaerense Darío Piñeiro. "Varios se prendieron a su rueda, cuando vi la oportunidad ataqué y aguanté hasta la raya", afirmó el orgulloso campeón, que cumplió con el mandato paterno: Ser campeón nacional de ciclismo en ruta.
