Que la festividad es importada, no caben dudas. Sin embargo, los fenómenos que se sacuden el polvo bajo su influencia, no son exclusivos del país del Norte ni tampoco de la fecha, aunque el final de octubre sí sea motivo para recordarlos. De hecho, aquí en San Juan, no son pocos los que confiesan haber tenido alguna experiencia paranormal alguna vez en sus vidas; o por lo menos, haber percibido algo "raro" a lo que luego no pudieron encontrarle explicación. Presencias, extraños sucesos, sueños premonitorios… Hoy, cuando se celebra Halloween cuatro artistas sanjuaninos relatan sus experiencias.
Franco Sanher
Músico – cantante de rock
Yo vivía con uno de mis mejores amigos, Lucho Velázquez, en un monoambiente. Una noche de verano dormíamos con la puerta abierta pero con rejas. Las camas estaban detrás de una cortina que separaba la cocina, entonces a contraluz vi como un duende con sombrero y me asusté. Le tiré un zapato y salió corriendo y se escuchó cómo si en la pata de la silla pegara algo de metal. Sin aliento y espantado trataba de despertar a mi amigo, sin hacer demasiado ruido… Fue aún peor cuando él me dijo "shhhh, yo también lo escuché". Hasta el día de hoy mi amigo no acepta haberlo visto y dice que fue un gato. Entonces ahí nació la nueva versión: a modo de chiste decimos que era el primo del gato con botas, "el gato con sombrero", pero que lo vimos, lo vimos ¡ y no era un gato! A no ser que un gato camine en dos patas, use sombrero y cinto de metal. ¡Me quedó una sensación espantosa y la cara transfigurada de terror!
Mercedes Rivero
Actriz
En 2010 mis hijos se habían ido con su papá y abuelos. Me acosté a dormir y soñé que en medio de una ruta aparecía una chica que conocía, que había fallecido hacía 15 días y que hacía tiempo había perdido a su bebé en un accidente. Llena de luz y paz me decía "Tranquila, yo estoy cuidando a tus hijos". Me desperté y llamé a una amiga en común. "No te sugestiones", me dijo. A los 15 minutos sonó el teléfono, me avisaban que mis hijos habían tenido un accidente. Augusto, de 6 años, estaba irreconocible y yo alterada. En un momento solos, me dijo "No me voy a morir porque ya estuve muerto y volví". Dijo que había subido a un lugar "perfecto" y que Jesús le había dicho que tenía que volver. Al tiempo le pedimos que dibujara lo que había visto del accidente y dibujó la escena desde arriba. Pero no fue todo. Ni las enfermeras que lo asistieron conocían al médico viejito de manos temblorosas que lo había operado tan bien. Nadie lo había visto jamás y no hay registro alguno de su presencia ese día.
Giselle Slavutzky
Bailarina
Me pasa seguido que cuando estoy dormitando, escucho que me llaman. Cuando giro la cabeza en la oscuridad veo formas humanas que me miran. La última vez fue este fin de semana. Estaba en proceso de dormirme, la habitación oscura y sentí que gritaban mi nombre: Giselle, Giselle… me desperté y cuando levanté la cabeza vi la cara de un hombre, sólo la cara esta vez, mirándome muy cerca. Me dio miedo y me paralicé. Cuando pude reaccionar, prendí la luz y la imagen ya no estaba. Antes me pasaba en lo de mi mamá y ésta es la segunda vez que me pasa en mi casa. No es una presencia conocida, es como un dibujo de un hombre y sólo durante las noches. Una vez en Buenos Aires, cuando estudiaba allá, me pasó algo similar, pero empecé a sentir voces y se me inmovilizó el cuerpo. Comencé a respirar profundo de a poco a mover las manos y las piernas. Fueron cinco minutos espantosos y eternos.
Pablo Flores Torres
Actor – Director
Sucedió hace algunos años, luego de ver El Exorcista con unos amigos. Luego de 2 horas de terror, esa noche dormía en casa de mis abuelos. No tenía aspecto lúgubre, pero de noche estaba muy oscura y el silencio era sepulcral. Ya en la cama, el único sonido era el constante tic- tac del reloj del comedor. Instantáneamente recordé un pasaje de la película, donde un reloj se detiene ante la mirada atónita del sacerdote, en señal de la presencia de diablo. Y como si del más allá me quisieran jugar una broma, el reloj se detuvo. Pensé que era mi imaginación, pero no. Después de un largo rato de rezar, me dormí. A la mañana siguiente, creyendo que todo había sido un sueño, me levanto para comprobar espantosamente que el reloj se había detenido. Mi abuela dijo que se le había acabado la pila, cosa que me tranquilizó, hasta que comentó "pero qué raro, si la cambiamos anteayer". El alma casi se me sale del cuerpo. Años después vi El exorcismo de Emily Rose, que me reveló que el reloj se detiene a las 3 porque Jesús murió a las 3 de la tarde y a esa hora el diablo está libre. ¿Adivinen a qué hora se paró mi reloj?
