El seleccionado argentino sigue marcando rumbos y logrando resultados que le permiten estar en lo más alto del firmamento basquetbolístico, como el conseguido ayer en el clásico sudamericano ante el Brasil del cordobés Rubén Magnano por 93 a 89, lo que lo catapultó a los cuartos de final del Campeonato Mundial de Turquía.
El rival que espera ahora a los dirigidos por Sergio Hernández es Lituania -que ayer venció a China por 78 a 67-, mañana las 15 de Argentina.
El equipo argentino ganó porque jugó como equipo, pero tuvo una figura descollante en el capitán Luis Scola, quien anotó 37 puntos (superó la mejor marca histórica del "Caña" Alberto Desimone, quien en el Mundial de Montevideo 1967 convirtió 35 tantos), capturó 9 rebotes y dio 3 asistencias.
Fue un triunfo épico el argentino, como a los que acostumbran estos jugadores, que a pesar de estar perdiendo por 7 tantos (53 a 46) a los dos minutos del tercer cuarto, con su carácter, personalidad, garra y calidad lograron equilibrar el desarrollo y definirlo por su mayor experiencia.
Y porque en la cancha tenían a un Scola imparable, a un inspirado Carlos Delfino (20) y al gigante Hernán Jasen (15 tantos y 5 rebotes).
Otra de las claves del triunfo argentino fue la efectividad en triples (11 de 18) contra un 12 de 24 de los brasileños.
En el comienzo Magnano sorprendió dejando en el banco a su figura, el pivote Tiago Splitter, en tanto que colocó a Ghuilherme para no dejar moverse a Luis Scola. Pero la jugada no le dio resultados, ya que el capitán argentino dominó a su marcador con su infalible tiro de cinco metros.
El primer cuarto fue equilibrado, con dos equipos que brillaron en ataque pero consecuentemente fallaron en defensa.
Argentina hizo daño con los internos Scola y el reaparecido Fabricio Oberto y con los triples (3) de Carlos Delfino.
También Brasil apostó a los tiros externos de Leandrinho o las penetraciones del base Marcelo Huertas, ya que Anderson no gravitaba y cuando entró Splitter fue también anulado por Oberto y Román González.
El parcial se cerró con una igualdad en 25 tantos, una prueba de la paridad existente.
En el segundo segmento el juego se hizo más trabado, con Argentina dando ventajas en defensa y dependiendo en ataque de Scola, quien era imparable para sus marcadores.
La paridad se mantuvo hasta los últimos dos minutos, cuando la "Generación Dorada", con un triple de Leonardo Gutiérrez, sacó una diferencia de seis tantos (46-40).
Parecía que todo estaba dado para que el equipo albiceleste terminara ganando ese segmento, pero no tuvo un buen cierre. Un triple con falta incluida y dos libres de Marcelo Huertas y una conversión de Anderson Varejao, le dieron a la "verdeamarilla" la ventaja de 48 a 46 con que se fueron al descanso.
El arranque del tercer cuarto fue favorable a los brasileños, que con un Huerta intratable y aprovechando muy bien la permeabilidad defensiva de Argentina, lograron irse a siete tantos (53 a 46) a los 6 minutos.
Pero la reacción argentina llegó rápidamente y por vía de Scola, quien anotó dobles y libres para empatar en 63 tantos y terminar también igualados en 66.
Todo estaba abierto para asistir a diez minutos finales de alta emotividad y así fue como ocurrió.
En el primer minuto Leandrinho, con dos "bombas" de zona tres puso arriba a Brasil por 72 a 66, pero la respuesta también llegó con dos conversiones de Jasen (se reencontró con el aro).
De allí hasta el final fue un partido emocionante y con incertidumbre por el ganador, hasta que restando 2m 10s Argentina se distanció 85 a 79.
Claro que Brasil, con un Huerta inspirado, volvió a situarse a un punto (85 a 84) a 1m 28s del final.
La "generación dorada" no se desesperó y con la formula del pick and roll (pared y desmarque) entre Scola y Prigioni (6 puntos y 8 asistencias) siguió destruyendo a la defensa brasileña.
Y fue Scola el que con dos libres a 1s del epílogo aseguró el triunfo, que fue festejado por los jugadores que se lo ofrendaron a los 500 simpatizantes que saltaban de alegría en las tribunas del imponente estadio de Estambul.
Era el final de un gran partido, con dos equipos que merecían seguir en el torneo. Argentina lo resolvió y estos "gigantes" volvieron a escribir otra pagina memorable en la calurosa noche de Estambul, estirando a un significativo 4-1 el historial sobre los brasileños en mundiales.
El obstáculo para llegar a las semifinales (en esa instancia el rival puede ser el poderoso Estados Unidos) será el debilitado Lituania, que sin embargo está invicto (vino sin 8 de sus mejores basquetbolistas), aunque todavía no se encontró con ningún peso pesado, salvo el también disminuido España.
