San Juan, 2 de septiembre.- Cansado de ser blanco constante de robos, un comerciante de la zona de Capital decidió trabajar a puertas cerradas y colocar un llamativo cartel en la puerta de su taller para clientes y ladrones.

’Toque timbre. Porque nos roban, está cerrado. Señor ladrón lo estamos esperando. Será muy bien atendido, se lo merece. Somos responsables’, dice el cartel que cuelga de la puerta celosamente cerrada de una bicicletería, ubicada en Avenida Alem y Pedro Echagüe, y que durante 25 años trabajó con las puertas abiertas de par en par.

’No le hago mal a nadie con lo que escribí. Es una realidad que me toca vivir y lo escribí desde la desesperación’, dijo sonriendo Mario Cabaña, dueño del lugar, al ser consultado por el cartel, que cambia cada tanto.

El hombre relató a DIARIO DE CUYO ONLINE que la drástica decisión la tomó después que le robaran, más de 10 veces en el último tiempo: herramientas y varias bicicletas de los clientes, las que él mismo tuvo que pagar para ’no quedar mal con ellos’.

Según contó, algunas veces los malvivientes aprovechaban la puerta abierta y en un descuido se llevaban las bicicletas, pero también ingresaron en alguna oportunidad por el techo. ’La última vez que entraron se llevaron mi bicicleta, la que usé siempre para moverme para todos lados’, contó algo resignado, y aseguró que jamás recuperó los elementos robados.

Cerrar las puertas y colocar un cartel, cambió la metodología de trabajo y la forma en la que este hombre se movió durante toda su vida. ’Al principio la gente pensaba que estaba cerrado, pero ya se acostumbraron a que tenemos que trabajar así. No sólo decidí, hace dos años, trabajar a puertas cerradas sino también modificar la disposición del taller y recibir trabajos a medida que se entregan los anteriores. Es una forma de no acumular bicicletas que atraigan a los ladrones’, contó el hombre de 70 años.

Pese a los malos tragos y el cambio de rutina Mario aseguró que jamás pensó en cerrar por el miedo a los robos. ’Me van a doblar, pero no me van a quebrar. Tengo que seguir. Dicen que los problemas son para personas valientes y yo lo soy. No puedo dejar de trabajar, yo con esto le pago el estudio a mis hijos y brindo un servicio a la gente’, concluyó.