Taylor Swift tomó la decisión de adquirir los dominios de internet que llevan su nombre, y que son sitios de entretenimiento para adultos. La rubia intérprete compró TaylorSwift.porn y TaylorSwift.adult con el fin de que su nombre no esté ligado a la industria de la pornografía. También Ashton Kutcher y Mila Kunis hicieron algo similar para dar un revés a las personas ligadas al mundo XXX que lucraban con sus nombres.