Cuatro victorias y dos empates era el registro que acumulaba el equipo de Quique Hrabina en los juegos amistosos. Ese sexteto de encuentros fueron todos en Concepción. Ayer tuvo su primera salida y en Mendoza ante Maipú perdió por 2-0 y cortó la racha positiva de resultados. Al Cruzado ya lo había enfrentado el sábado pasado (lo venció por 1-0) y ayer se devolvieron gentilezas.
Los dos goles de Maipú (fueron en el primer tiempo) tuvieron un común denominador, y es que resultaron de pelota parada, el gran dolor de cabeza que le quedó como saldo al entrenador. El primero fue tras un tiro libre y el segundo con un envío de esquina, donde la definición en ambos fue de cabeza (Bernay y Cattáneo respectivamente).
Pese a que el local arrancó ganando a los 2′, San Martín tuvo opciones netas de gol, que el ex Alianza Martín Ríos evitó. Fueron tres, donde se los ahogó a Sparapani, Aldo Villalba y Cuevas.
Precisamente el segundo es un centrodelantero paraguayo que ayer hizo su presentación y que está a prueba. Villalba demostró movilidad en el área y un buen cabezazo.
Lo mejor del Verdinegro se apreció en el medio campo con la garra de Gallardo, la creación de Sparapani y el dominio de la cancha y los espacios de Torresi. Mientras que Pocrnjic fue quien dejó más dudas, sobretodo a la hora de salir a cortar los envíos aéreos.
El juego en sí fue muy disputado, con mucho roce y friccionado, donde Maipú anotó los dos goles y luego prácticamente se cuidó.
En el segundo período el Ruso Hrabina dispuso de ocho cambios, donde se mejoró la dinámica del equipo. ¿Balance final? Los errores de pelota parada y la falta de concreción de la posibilidades.
