‘Esta calle era un río. No se podía salir de las casas. Después, quedó todo inundado; fue un desastre’, contó Martín Luna, vecino del barrio Cerro Blanco, mientras retiraba agua y greda de su vereda con un secador y trataba de estirarse hasta con la punta de los pies para no embarrarse. La calle Sargento Cabral, desde el cruce con avenida Libertador al Este, en Rivadavia, quedó ayer anegada tras el desborde de una acequia. Y al ser la única salida de seis barrios de la zona terminó complicando la rutina diaria de los vecinos, especialmente porque comenzó en horario de ingreso a trabajos y escuelas. A su vez, luego de que liberaron el tapón de basura, transcurrieron varias horas para que drenara el agua estancada en la calle.
De acuerdo a los vecinos, el agua de la acequia que corre paralela a avenida Libertador arrastró residuos que terminaron formando un bloqueo en el pasante que atraviesa la calle Sargento Cabral. Y si bien es una canal pequeño, trajo mucho caudal y el líquido rápidamente empezó a correr por Cabral hacia el Este, favorecido por la importante pendiente del lugar
Como no hay cunetas y se trata de una calle de tierra, la Sargento Cabral no tardó en inundarse y convertirse en un barrizal.
El agua avanzó hasta llegar incluso al callejón Conscripto Argentino, a casi 1.000 metros de la cuneta con basura, y girar hacia el Norte, anegándolo también.
A LA SALIDA:
Las calles internas de los barrios Cerro Blanco, Zorzal, Marquesado I y II, Arriero y 22 de Abril tienen una sola salida: la Sargento Cabral, que a su vez lleva a Libertador o Rastreador Calívar. Sin embargo, en el peor momento del desborde, esa calle era intransitable.
‘Fue como quedarnos prácticamente aislados. Llamábamos a la Municipalidad, a Hidráulica, a la Policía, a todos lados porque necesitábamos que nos ayudaran. La gente no se da cuenta que si tira basura a los canales, a alguien termina afectando. Y ahora nos tocó a todos los barrios de la zona’, dijo Nancy, una vecina del barrio Zorzal.
Por su parte, Angela Rojas, quien vive en el Arriero, contó que estuvo a punto de no poder mandar a sus hijos a la escuela debido al incidente. ‘Yo vivo un poco más adentro del barrio y cuando llegamos a la Sargento Cabral, directamente no podíamos seguir caminando por la cantidad de agua que había. Les dije a los chicos que no nos quedaba otra que volver a casa. Ya volvíamos cuando justo pasó una vecina en auto. Ella, con mucho cuidado, se animó a meterse al agua y fue la única manera de poder llegar a la escuela’, relató.
Personal de Hidráulica retiró luego la basura y sobre las 10 ya no corría líquido por la calle, pero en un tramo de 400 metros por Sargento Cabral quedó estancado. ‘Si vuelve a llover, directamente esta calle no se va a poder usar de tanto barro’, agregó Antonio Ochoa.
