Precedida de una fuerte campaña de promoción, no menos elogios y gran expectativa de parte del público, hoy aterriza en las carteleras sanjuaninas y en estreno nacional, la nueva película de Guillermo Francella: Corazón de León, una comedia romántica que ha despertado gran curiosidad, sobre todo por una cuestión de tamaño. El actor interpreta a León Godoy, un arquitecto de gran renombre con una personalidad arrolladora, simpático, galante, carismático… y también divorciado, que vía telefónica conoce a una hermosa y exigente abogada. Ella es Ivana Cornejo, divorciada hace 3 años de su colega y socio Diego Bisoni, a quien León llama porque ha encontrado su teléfono celular perdido y tiene intenciones de devolvérselo. De inmediato, entre ambos se produce una conexión increíble, que despierta un gran interés mutuo y ambos coordinan para encontrarse al día siguiente, en una confitería, y allí concretar la devolución del celular. Ivana es la primera en llegar y León llega unos minutos más tarde. Cuando ella lo ve, queda perpleja. ¿Por qué? León es todo lo que ella percibió e imaginó, excepto un detalle: mide 1,35 m. Es el hombre perfecto, pero… demasiado bajo. A partir de ese encuentro, Ivana buscará superar esos 45 cm que le faltan al hombre de su vida. Así se enfrentará a las convicciones de una sociedad implacable y a sus propios prejuicios, que exigen a los hombres el éxito económico, profesional y esos ineludibles 180 centímetros de altura.
