El exceso de confianza resultó ser el peor de los aliados para dos sospechosos que robaron ayer una lomoteca en Trinidad, Capital. Porque luego de vulnerar la seguridad rompiendo una puerta de rejas y un cristal por el lateral del local, para luego meterse y sustraer al menos dos monitores, dos reproductores de DVD, un parlante grande y unos 3.500 pesos, volvieron por más con el agregado de una indisimulada ingesta de alcohol durante su ilegal estadía en el comercio. Y fue por ese detalle que terminaron tras las rejas: alrededor de las 8 de ayer, un móvil del Comando Radioeléctrico con el oficial Mauricio Infante y el cabo Lisandro Gil, pasaba frente al blanco del ataque, cuando observó a dos sospechosos en una vereda con más de las botellas habituales para el final de una juerga: dos botellas de vino y otra de cerveza a medio tomar y otra más de vino sin abrir. Al verse descubiertos, los sujetos intentaron escapar pero fue en vano.

La sorpresa vendría luego, porque la detención de Martín Federico Rojo (22) y su cómplice de 17 años, permitió descubrir que en realidad salían de la lomoteca ‘Los Quiroga’ en calle Mendoza, metros al Sur de Circunvalación, donde ya tenían listo para llevarse un CPU, un teclado y un mouse. Y también un televisor LCD de 32 pulgadas, dijeron en la Policía.

A ese problema, los sospechosos sumaron otro porque cuando llegó el móvil de la Seccional 3ra dirigido por el comisario inspector Marcos Marín, el mayor de los apresados ‘enloqueció’ se resistió a golpes y rompió la luneta del patrullero con un cabezazo, precisaron las fuentes.