La campaña olivícola 2014-2015 finaliza en San Juan con los problemas comunes de todas las economías regionales argentinas que, en un virtual knock out comercial en el mercado mundial de los agroalimentos, intenta sobrevivir apostando al mercado interno, el agroturismo y los nichos de calidad diferenciada del exterior.

Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO dialogó con destacados especialistas como el enólogo Daniel Dates, el ingeniero y enólogo Fabián Famar y el empresario Juan Fábregas, entre otros, a fin de conocer los pormenores de este fin de año para el sector.

Según explicaron, la campaña finaliza con un stock que llegaría muy ajustado a la próxima cosecha, tanto en aceite de oliva como en aceitunas conserveras.

En materia de precios, los mismos están un poco mejor que al inicio de la campaña según Famar, ubicándolos en unos U$S 3.100 por tonelada actuales para el óleo, frente a los U$S 2.700 la tonelada originales, siempre hablando de valor FOB puerto de Buenos Aires. También la aceituna mejoró un poco su precio, subiendo de U$S 1.200 a 1.400 la tonelada aproximadamente, aplicando el mismo término de comercio exterior del aceite.

Sin embargo, la recesión y la devaluación del real en Brasil, así como los anuncios de ajuste de su gobierno, han terminado afectando la cadena de pagos en algunos casos puntuales y "hacen ruido" en la mente y en el bolsillo de más de un empresario.

En cuanto a la campaña 2015-2016, todos coincidieron en cuanto a la buena floración de los olivos y un cuaje bueno, aunque no tanto como el que originalmente se pensaba. Es que los vientos primaverales, los fuertes calores y la sequía afectaron sin lugar a dudas las flores del olivo.

En el mundo habrá poca aceituna conserva y aceite de oliva el año próximo, ya que España reducirá considerablemente su volumen de cosecha por vecerismo entre otros factores.

Sin embargo, hablan de buena cosecha, a pesar de que de las 22 mil hectáreas de olivares que llegara cultivar San Juan hacia el 2007-2008, hoy, según estimaciones del sector, vienen quedando unas 15 mil.

Seca, no cara…

Claro está que frente a este contexto el económico incide de una manera contundente. Es que los números no cierran, como sostiene Daniel Dates por ejemplo y "no se sabe quién la quiere cosechar ni quién la puede cosechar".

Juan Fábregas sostiene que el precio de la aceituna es único en el mundo, por que históricamente el precio de la tonelada de conserva es de U$S 1.200 la tonelada y por ende el valor de la oliva sin procesar es de la mitad, U$S 600. Con estos números, en un país donde la inflación de los costos productivos ronda el 40% anual y el dólar se actualiza muy lentamente, la actividad se vuelve inviable lamentablemente.

Si bien este año Italia y Australia compraron algo en Argentina, los menores volúmenes y los precios caros, facilitaron el ingreso de aceituna conserva a Brasil más barata desde Turquía, Marruecos, Chile y Perú, entre otros piases, marcado el fuera de combate argentino.

Hay subas de precios en combustibles, fertilizantes, agroquímicos y recursos humanos entre otros ítems del costo productivo.

También para los industriales del sector la pista se puso más que pesada. La bolsa de soda cáustica de 50 kilogramos subió de $22 a $48 respecto de la campaña anterior. La sal se fue de $25 a $50 la bolsa de 50 kilogramos, sí, un 100% de aumento en el costo. ¿Cómo termina esto?