El remate de Diego Bonini que dio en el bloqueo de Boca tardó años luz en caer fuera del campo. Pero fue el que desató la fiesta, el que sentenció la serie final de la Liga Argentina de Vóleibol por 3-1 para ganar por idéntico marcador (30-28, 19-25, 23-25, 23-25). El que puso todo en su justo lugar, el que le dio al UPCN Voley el bicampeonato en su quinta participación liguera. Un logro que tuvo como comandante nuevamente a Fabián Armoa. Perdió armas de aquel equipo que superó a Bolivar el año pasado, pero le puso el ojo al mejor jugador de la Liga (elegido el MVP) como es el rumano Bogdan Olteanu, factor decisivo siempre. Pero no estuvo sólo, Diego Bonini fue la otra mano caliente para romper con todo bloqueo. Así fue anoche, en la mágica noche de Los Cóndores. En la del sueño que se concretó. El que se vio hecho realidad 15’ después cuando Demián González levantó la copa. Otra vez, como hace un año en el Cantoni, pero esta vez en la Bombonerita, ante el impecable Boca, que fue la gran sorpresa de la temporada.

Anoche empezó perdiendo, el primer set pese a que dio batalla hasta el final que se le escapó por 30-28. Pero lo que vino después fue el camino a la gloria, al cielo. La segunda manga Olteanu aprovechó los regalos de la defensa rival para una diferencia que llegó a 5 con Junior y Molina brillando. Pero Boca, fiel a su estilo, y desde atrás con los tapas de Gauna se puso a tiro, que el sanjuanino Molina y las fallas de Boca fueron claves para el 25-19 visitante.

El tercer set el Xeneize arrancó mejor, siempre con Nicolás Bruno como capitán. Aunque sus compañeros se perdieron las contras y UPCN los frenó para el 7-7. Ninguno supo sacarle provecho a cada contraataque y los puntos se hicieron largos. En el cierre Olteanu metió un ace que dedicó a los hinchas rivales y lo cerró el rumano pegando desde atrás para romper el doble bloqueo. Fue 25-23, pero fueron los reales dos puntos del partido.

El cuarto parcial la urgencia fue de Boca y se exigió siempre para mantenerse arriba por 4 (10-6), que se fue acortando con las manos en alto de Junior y pelotas vendidas del local (15-14). El empate de UPCN estuvo al llegar a 18, pero le convalidaron un punto inexistente a Boca. Pero la justicia lo puso iguales en 21, Olteanu lo puso 24-23 arriba y Bonini en el cielo, para otra vez grita campeón.