�Mientras los investigadores tratan de aclarar por qué un joven copiloto alemán estrelló deliberadamente un avión de Germanwings en los Alpes franceses, colegas y psicólogos advierten que no hay un método infalible para prevenir incidentes similares en el futuro. 
Andreas Lubitz recibió tratamiento psiquiátrico por un “grave episodio de depresión” hace seis años y que el accidente originará exigencias de pruebas mentales y de estrés más rigurosas. 
La Organización de Aviación Civil Internacional, el organismo de la ONU destinado a establecer estándares globales de aviación, recomienda que alguien con depresión no sea piloto de un avión.
 Sin embargo, también dice en su manual Médico de Aviación Civil que las pruebas psicológicas a la tripulación no son “fiables” para predecir enfermedades mentales.
Aerolíneas asiáticas como Cathay Pacific, Japan Airlines, Qantas Airways y Singapore Airlines dijeron que sus pilotos se someten a rigurosas pruebas médicas que incluyen un test psicológico. 
Luego los pilotos deben pasar una revisión médica, que también incluye pruebas psicológicas, al menos una vez al año. 
Las aerolíneas también tienen acceso a terapias confidenciales, pero puede que todo esto no sea suficiente, dicen expertos y pilotos. 
“Si usted está albergando sentimientos de disforia, falta de concentración, suicidio o debilidad, a menos que su familia o un compañero de trabajo lo dé a conocer a un encargado, un jefe de pilotos o un director de operaciones de vuelo, estos casos podrían no ser detectados”, dijo Randy Knipping, especialista en medicina aeronáutica. 
Los propios pilotos han dicho que se les anima a declarar cualquier problema psicológico, relacionado tanto con su propia salud o con la de sus colegas, en caso de detectar posibles problemas. 
Sin embargo, éste es un asunto delicado que muchos rehuyen. 
“¿Quieres trabajar en una oficina donde tus colegas te delatan? Eso es por lo que esto sucede tan pocas veces”, dijo un capitán de un A320 en una aerolínea asiática. “Todo el mundo tiene problemas y (…) no todo el mundo va a enfrentarlos estrellando un avión. Esa es una reacción extrema y nadie puede predecirla”, agregó. 
Otro capitán experimentado de una aerolínea asiática añadió: “Quién podría de buena gana admitir todo lo que podría llevar a la suspensión de su licencia. Yo no, necesito mi trabajo”.