El Mercosur y la Unión Europea (UE) rescataron de la muerte ayer el viejo sueño de avanzar en un acuerdo de asociación estratégica entre las dos regiones que estuvo sepultado por más de 5 años y que de hacerse realidad crearía la zona de libre comercio más grande del mundo con más de 700 millones de habitantes.
En medio de una gran expectativa por la situación de crisis que atraviesa el Viejo continente y algunas dudas por el creciente proteccionismo sobre el comercio, se acordó en la Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe de Madrid reanudar las negociaciones de libre comercio estancadas desde el 2004.
El anuncio corrió por cuenta del anfitrión, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero durante una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la presidenta argentina Cristina Fernández que pidió a los países de ambos bloques "dejar de verse como clientes para empezar a verse como socios", lo que implica, según dijo, "una mentalidad" y un abordaje diferentes en las negociaciones y discusiones".
"Todos tienen que obtener alguna ventaja para que la negociación sea compatible", sostuvo la jefa de Estado. Por su lado, Rodríguez Zapatero consideró que el objetivo de las renovadas negociaciones deberá ser alcanzar un acuerdo "ambicioso y equilibrado", en tanto relativizó los cuestionamientos del gobierno de Francia, que considera que la apertura de la negociación "pone en riesgo a la agricultura europea".
Rodríguez Zapatero dijo que "la mayoría" de los socios comunitarios "impulsan decididamente y con firmeza" el restablecimiento de las tratativas que quedaron paralizadas en 2004 a la espera de una resolución de la ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que nunca llegó.
Mercosur y la Unión Europea estuvieron negociando un tratado birregional ambicioso durante una década, pero la discusión se mantuvo prácticamente estancada a lo largo del período. Por un lado, la UE no se muestra muy dispuesta a la apertura de sus mercados agrícolas, mientras que el Mercosur tiene reparos en reducir la protección arancelaria a sus industrias. Según dijo Rodríguez Zapatero un acuerdo involucraría a "700 millones de ciudadanos y un potencial que se estima en 5 mil millones de euros". Se especula que los gobiernos de Mercosur y la UE esta vez negociarán lo que se denominan "preferencias arancelarias", es decir, un tratado donde no estén todos los productos sobre la mesa sino aquellos donde la apertura no generaría reparos de ninguno de los lados. Desde el punto de vista político, Cristina Fernández y Rodríguez Zapatero lograron presentar un éxito de sus gestiones respectivas al frente de las presidencias temporales de Mercosur y la UE, al poner en marcha nuevamente la maquinaria negociadora de los dos bloques. "Después de estar completamente estancadas las negociaciones con Mercosur, vamos a relanzar las conversaciones con una voluntad clara de concluirla", dijo el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.
La mandataria argentina desarrolló ayer en Madrid una agenda muy dinámica que incluyó la inauguración de las oficinas de Aerolíneas Argentinas, un encuentro con el suspendido juez de la Audiencia Nacional de España, Baltazar Garzón, conferencias de prensa y la cena de gala ofrecida por la Casa Real a los jefes de Estado que asisten a la cumbre. Allí, Cristina, fue la principal oradora.
