China, 5 de Agosto.- Pasaron 40 años desde que se descubrió en China el ejército de ocho mil guerreros de terracota, el cual ha despertado la fascinación de la mayoría de los arqueólogos del mundo. Sobrevivieron en muy buen estado y desde su hallazgo los científicos se han preguntado qué pigmento los cubría. Ahora, ese misterio ha sido resuelto.
El emperador Qin Shi Huang ordenó la construcción de estas estatua hace 2.200 años para cuidar el palacio subterráneo donde fue sepultado con la idea de que lo protegerían en la otra vida. Antes de ser enterradas tras su muerte, fueron cubiertas con una laca protéica obtenida de los árboles de la región.
Debido al tiempo transcurrido, el material se descompuso demasiado como para que los expertos lo pudieran identificar. Por este motivo, un grupo de científicos chinos, liderado por los doctores de la Universidad del Noroeste Hongtao Yan y Jingjing An, experimentó con todo tipo de materiales, particularmente derivados de animales, y los enterró durante un año para recrear las condiciones que atravesaron las estatuas, envejeciéndolos artificialmente con técnicas de alta tecnología.
Los resultados del estudio, titulado "Identificación del agente aglomerante protéico para los Guerreros Terracota policromados del emperador Qin Shi Huang a través de MALDI-TOF-MS", fueron publicados en la ediciones de la revista Boletín Científico Chino.
