Desde el año 2006 un nuevo polo productivo de inversión privada viene desarrollándose en el departamento Sarmiento al Sur de la localidad de Retamito y en el límite con tierras mendocinas, venciendo al inhóspito desierto sanjuanino para transformarlo en un oasis productivo.
Todo comenzó con un año antes con un borbollón de agua salada que luego de investigaciones geológicas significaron el descubrimiento de un acuífero subterráneo capaz de abastecer unas 20 mil hectáreas de cultivos.
Campogrande del Acequión es ya el mayor polo de inversión y desarrollo agroindustrial privado de la provincia de San Juan y es estudiados por especialistas de todo el mundo en olivicultura y viticultura entre otras actividades productivas.
Actualmente cuenta con unas 4.000 hectáreas de cultivos, 1.000 de las cuales se implantaron desde setiembre del año 2012 a la fecha tal como lo compartieron con Suplemento Verde de Diario de Cuyo los empresarios Ricardo Martínez y los hermanos Osvaldo y Alberto Sánchez Bustos.
Entre otras empresas las inversiones más recientes están en manos de Millán SA, el Grupo Ramfer de la Plata y continúan inversiones en Tonos de Verde, Grupo Salentein y Celeste Mar. Este último grupo con un importante proyecto de desarrollo agroindustrial con la planta de selección, empaque y frigorífico de unos 3.000 metros cuadrados además de un importante frigorífico, que acompañan la producción de 200 hectáreas de granada para el mercado internacional.
A la fecha existen unas 4.000 hectáreas de desarrollo agrícola que comprenden en olivos unas 3.000 hectáreas, unas 600 hectáreas de granada entre todos los emprendimientos radicados y 280 hectáreas de viñedos en las tierras más altas con variedades de uvas para elaboración de vinos Premium, hoy premiados en todo el mundo.
Nuevas apuestas
Los empresarios comentaron que entre este año y el próximo se planifican inversiones del orden de las 1.000 hectáreas de cultivos, fundamentalmente en olivos y uvas de variedades finas de vinificar, así como el desarrollo del nogal, por auge en este sector en función de los nuevos desarrollos genéticos y las excelentes experiencias productivas en el Valle de Pedernal.
Justamente sobre este Valle y la zona del Acequión, es decir todo lo existente arriba de Pedernal y sobre los 1.550 metros sobre el nivel del mar, cuenta con cualidades probadas por los premios nacionales e internacionales a los vinos de esta región. De hecho ya cuenta con IGP (Indicación de Origen Protegida). Lo que significa que es controlado y en su etiqueta aparece debajo de la marca bien destacado el nombre de la región Valle de Pedernal; investigada y acreditada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura bajo la Ley Nacional 25.380 entre otras normativas.
Caminos, tendidos eléctricos, olivares, viñedos y granados hablan hoy del mayor polo de desarrollo agroindustrial provincial, impulsado por empresas fundamentalmente mineras o del sector de la construcción.
