Neuquén.- Un hombre que durante dos años sedó a su esposa, la violó y compartió con sus amigos fotos de ella desnuda no terminará en la cárcel y sólo recibirá un tratamiento psicológico. Todo porque la víctima aceptó una probation para que su ex no quedara detenido y se sometiera a un tratamiento psiquiátrico, según indicó el diario La Mañana de Neuquén.

‘ Podía llevarlo a juicio, donde si era declarado culpable iba dos años a prisión, o podía optar por una probation, que consiste en que realice un tratamiento psiquiátrico y se mantenga alejado de ella’, detalló la fiscal del caso, Marisa Czaijka.

La funcionaria del Ministerio Público Fiscal de Cutral Co manifestó que tras informarle a la mujer en qué consistía el dictamen, Karina no dudó y optó por que él realice un tratamiento. El acusado debe tratarse de forma privada y presentar cada 14 días el certificado que lo constate, además de borrar las fotos y videos que le tomaba desnuda bajo amenazas.

Dos años de maltrato

Karina conoció a Pablo en 2013 por Facebook cuando él le envió una solicitud de amistad. Ella había llegado a Cutral Co hacía un año desde Chaco y tenía muy pocos conocidos en la ciudad.

Cuando la relación se tornó seria, él le exigió que le diera la contraseña de su cuenta de Facebook y eliminó a sus contactos hombres. Ella ya casi no pudo volver a conectarse.

Nunca había visto a una persona tan asustada; temblaba, estaba en estado de shock, no quería volver a su casa, decía que si él se daba cuenta de que se había escapado la iba a matar’, aseguró María Ester Ragni, integrante de la agrupación 14 de Febrero, quien acompañó a Karina desde el momento en que decidió denunciar su padecimiento.

Tras dos años de sufrir violencia física, psicológica, invasión de la privacidad y privación de la libertad, Karina pudo escapar de la casa que compartía con su pareja para pedir ayuda. Al momento de partir, la mujer se encontraba muy golpeada y con marcas en todo el cuerpo. ‘Tenía el cuello morado e hinchado por cómo él se lo apretaba hasta dejarla sin aire’, comentó una de las mujeres que la ayudaron en aquel momento.

El hombre, de 36 años, no tenía límites y hasta golpeó a los policías que acompañaron a Karina a buscar sus cosas, en agosto último. ‘La agarró del cuello en la calle y dos agentes se acercaron a ayudarla, pero él los golpeó y tuvieron que pedir refuerzos’, confirmó Ragni. Hoy, Karina ya no está en la ciudad, por miedo a que él la encuentre.