Un grupo de bloquistas disidentes, seguidores de Juan Domingo Bravo, estuvo reunido por su cuenta con la presidenta del partido de la estrella, Graciela Caselles, para analizar la posibilidad de llegar a un acuerdo electoral que permita evitar el choque interno para renovar autoridades. El hijo de Don Leopoldo quiere disputar la conducción de la fuerza y si bien ayer dijo que no resigna sus intenciones, vería reducidas sus chances de dar batalla si el entendimiento prospera. De todos modos, la posibilidad de llegar a un entendimiento no es sencilla porque quedan muchos cabos por atar.

Después de que la Convención partidaria prorrogara los mandatos de la actual conducción con la excusa de modificar la Carta Orgánica, el sector de Bravo recurrió a la Justicia Electoral y consiguió, en lo que fue un revés para el oficialismo, que el juez Miguel Gálvez resolviera llamar a internas partidarias para el 31 de agosto.

A partir de entonces Bravo, que ya le disputó la presidencia a Caselles en el 2012 y perdió, insistió con volver a pelear la conducción partidaria levantando la bandera de pedir la inmediata ruptura del acuerdo electoral con el Frente para la Victoria.

Pero ahora, un grupo de dirigentes que lo viene acompañando decidió avanzar, por su lado, en un acuerdo para evitar la interna. Son representantes de los departamentos que el jueves pasado estuvieron reunidos en un hotel céntrico y comisionaron a los delegados por Jáchal, Pascual Olivera; de Capital, Ricardo Alday, y de Caucete, Alberto Martín, a entablar negociaciones con Caselles. El encuentro tuvo lugar el lunes por la noche en la sede partidaria y hablaron de la chance de armar una lista de unidad, dejando para más adelante la decisión de romper o no con el giojismo. Olivera dijo que quieren evitar el desgaste de una elecciones y que van a pedir que las listas se armen mechando dirigentes de uno y otro sector, dejando para más adelante la decisión de quién encabezará el partido. Pero en el entorno de Caselles dijeron que no están dispuestos a ceder el control que hasta ahora vienen manteniendo y menos la presidencia.

El plazo para el cierre de listas es el 13 de julio, fecha máxima para llegar a un entendimiento. Si no lo hay, hablarán las urnas.