“Hace 15 años dejaron de venir los elaboradores de dulces y mermeladas y por este motivo la fruta que cae al piso y el descarte se pierden”, comentó Luis Pontoriero junto a Daniel Rodríguez, ambos del departamento Albardón. Claro está que las quintas productoras “en la provincia desaparecieron en un 90%. Antes había quintas en Pocito, Rawson y otros departamentos, y ahora no existen más y San Juan es ideal para este fruto de carozo en sus variedades primicias, cuando los precios son mejores”, indicaron los productores señalando que lo mismo ocurre con el durazno. Ni hablar de los usados para cuaresmillos. Plantar una hectárea de damasco ronda los $ 35 mil en su primer año. “Los barrios han crecido en esta zona y ocupado las mejores tierras. Es una pena porque los mejores damascos del país se dan estas tierras” indicaron los productores, agregando que muchos chacareros no han sabido actualizarse, pero o más duro fue el aumento de los costos de producción. ¿Y el marketing? Mariano Winograd, especialista en comercio frutihortícola suele decir que el productor debería hacer como la gallina y no como el pato, es decir, cacarear cuando pone el huevo, en alusión a la falta de publicidad para fomentar el consumo frutihortícola. Este año, por ejemplo, los precios arrancaron con $4 por kilogramo en el Mercado de Rawson y, por ejemplo, Expofrut silenciosamente hace años viene exportando los damascos zondinos que le perdona el clima, junto a otro emprendimiento de Ullum. En la última campaña, la provincia envió al exterior 77.500 kilogramos por un valor FOB de U$S120 mil.
Seguimos fallando en comercio exterior
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