La mamá de Camila declaró como sospechosa ayer ante el juez y intentó despegarse de los maltratos que sufrió la nena, no sólo asegurando que fue otra víctima más de su expareja Gustavo Oris, sino que dio detalles de las agresiones que ambas padecían. Incluso relató que el hombre llegó a amenazar a su hija poniéndole un revólver en la cabeza.
Si bien Alejandra Ríos (37) dio su versión en la causa que pesa contra su exconcubino Gustavo Oris (34), a quien le atribuyen tentativa de homicidio por la brutal golpiza a Camila (8) y por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante que la tiene a ella como víctima, lo hizo en carácter de declaración informativa. No fue una simple testimonial ni una indagatoria, de hecho el juez Benito Ortíz debe resolver si le imputa algún delito a la docente.
Ríos declaró durante 3 horas, pero continuará hoy. En esa primera parte de su relato señaló ‘el padecimiento que venía sufriendo tanto ella como Camila desde que se fueron a vivir a Alto de Sierra a la casa del señor Oris’, relató su abogado, Leonardo Villalba. De hecho, lo único que expresó la mujer a los medios, antes de entrar al Primer Juzgado de Instrucción, fue que ‘las dos somos víctimas’. Según el letrado, Ríos contó que vivía presionada por Oris, que la sometía sexualmente y la maltrataba verbal y físicamente al igual que a su hija. ‘Alejandra declaró que este señor llegó ponerle un arma en la cabeza a Camila y a ella para demostrarle quién mandaba. Las amenazas eran constantes. No debe confundirse quién es el responsable de todo esto. Acá, la niña como la madre son las víctimas’, dijo. Con respecto a la tenencia de la nena, el abogado afirmó que la madre se opuso a que se la den solamente al padre.
