La presidenta Cristina Fernández anunció ayer la instalación de 2.500 gendarmes y prefectos en la zona Sur de esta capital para combatir el delito y admitió que la “demanda” de seguridad “nunca va a poder ser satisfecha porque siempre vienen nuevos problemas de inseguridad‘, pero advirtió a la oposición que quien prometa erradicar totalmente la delincuencia “está mintiendo”.

La Presidenta -que además anunció el llamado a licitación para el traslado de la cárcel de Villa Devoto- habló en la Casa Rosada al presentar el Plan Cinturón Sur para esa zona porteña, que implica la entrega de equipamiento moderno, la reasignación de mil efectivos de la Policía Federal y el agregado de los gendarmes y prefectos en esos barrios desde el 4 de julio próximo.

En indirecta réplica a los cuestionamientos que habría hecho la Policía Federal por la inclusión de otras fuerzas de seguridad en sus jurisdicciones, la jefa de Estado justificó la medida al decir que es “un nuevo concepto de unidad entre nuestras fuerzas”.

En el mismo acto de ayer se presentaron los escáneres que utilizará el Servicio Penitenciario Federal en las 35 cárceles nacionales de todo el país para controlar de manera eficiente el ingreso de personas y materiales.

En su discurso, y luego de reclamar “no elegir” el tema de la seguridad “como oposición para los demás” y de llamar a dedicarse a “trabajar y no quejarse”, en aparente referencia al ’macrismo’ que gobierna la Ciudad, calificó como “muy importante lograr la articulación entre las jurisdicciones con la Nación”.