1

– Los pacientes bulímicos tienen una excesiva preocupación por su imagen, con aspectos muy narcisistas en los que miden su autoestima en base a cuestiones corporales. Es fácil detectar discursos relacionados a que el individuo se valora más cuanto más delgado está.

2

– Están pendientes del cuerpo todo el día y realizan actividad físicamente constantemente. Si bien hacer ejercicios es sano, el límite se pierde cuando la actividad física altera aspectos sociales, como dejar de ver amigos o salir por querer ir al gimnasio, por ejemplo.

3

– Cambian de alimentación y consumen alimentos libres de grasas. Los bulímicos están pendientes todo el tiempo de las calorías de los alimentos y las cuentan. También se aislan, es común verlos tristes y tienen cambios de humor, momentos de rabia inmotivados.