Producidas desde la cabeza a los pies, Mariana Clemenceau, Alexandra y Fernanda Sánchez impusieron su estilo y se convirtieron en las voces más sensuales de las parrillas, plataforma de despegue para su carrera. Ellas tienen un abanico de colores musicales: cantan covers melódicos nacionales, cumbia, cuarteto, salsa, rockpop internacional, tango y hasta canciones de Violetta para los adolescentes; pero además deslumbran en escena, un puntito extra que hace que se destaquen de sus colegas masculinos.
Cuando estos espacios comenzaron a ofrecer números artísticos en su menú, los primeros en coparlos fueron solistas y grupos integrados por varones apuntando al rubro folclore; hasta que las mujeres consiguieron abrirse paso en estos escenarios sacando provecho a su femineidad.
Apasionadas, obsesivas por lucir siempre impecables, poniendo el cuerpo en cada presentación; ellas recorren las tablas como divas. Madres de día, cantantes de noche; reconocieron que el machismo influyó a la hora de hacerse lugar en este sector. ‘Costó horrores conseguir aceptación, pero yo lo hice como un desafío. Si los hombres podían, ¿por qué nosotras no?’, se preguntó Alexandra, quien pisó por primera vez estos tablados en 2010. ‘Un varón es más aceptado, a la mujer es más difícil que su propio género la apruebe’ opinó Fernanda, que hizo su debut en este ambiente en 2012. Por su parte, Mariana -que incursionó 4 años atrás, luego de viajar a la ciudad española de Almería para mostrar su talento en una orquesta y en una cadena de hoteles para volver hace 2- reflexionó que ‘el origen de estos shows está marcado por el folclore masculino’, pero los habitúes ‘necesitaban de un cambio y eso se terminó manifestando’.
¿Qué es lo que diferencia a las parrillas del resto de los escenarios? Para Fernanda: ‘Cada uno tiene lo suyo. Aquí, se da la particularidad que van más familias y, sobre todo, que son personas que van a divertirse. A veces en un bar, por ejemplo, hay un clima más intimista y cuesta más que se sumen a lo que vos proponés’.
Alexandra expresó que el reto no está solamente en cantar, ‘sino en ser graciosa, simpática, que rinda al público y al propietario. Es difícil, la adrenalina siempre está presente’. Coincidiendo con sus 2 compañeras, Mariana resumió que: ‘El público es más cálido, justamente por ser familiar, por eso apuntamos a la música romántica del recuerdo, al pop nacional e internacional y a los latinos, apuntamos a ir desde los más antiguo a los más nuevo, como Marama y Rombai para dejarlos bailando’.
Y, si bien el otro sexo también abarca estos géneros musicales, estas artistas tienen una singularidad con la que no pueden competir: una estética cuidada, donde la mirada llega hasta el más mínimo detalle.
‘Como mujeres, es muy importante cómo nos presentamos vestidas peinadas y maquilladas, eso no podemos dejarlo pasar’, dijo Fernanda, quien cuenta con un staff propio de ropa y make up, como sponsor. A lo que Alexandra agregó que ‘este punto marca la personalidad de cada una en escena’; y Mariana, que se encarga de estar siempre espléndida, hace especial hincapié en el cabello: una larga melena rubia, que mantiene ella misma como estilista y es su sello personal.
En definitiva; para las artistas, el éxito del perfume de mujer en las parrillas depende de una sola cosa: ‘Que nada quede al azar, ni las pestañas’.
