Unas 100 personas, entre familiares y amigos, le dieron ayer el último adiós a Ariel Tapia (12), quien apareció asesinado el pasado 6 de diciembre en una heladera a 60 m de su casa de Villa Angelita, Santa Lucía. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Santa Lucía y por su muerte no hay detenidos.
