“Cuando se concluyan las obras, será todo un paraíso para el turista por el paisaje y porque tiene todas las condiciones necesarias para la pesca y la práctica de varios deportes. Además, la travesía desde el embalse hasta aguas abajo tiene las características ideales para practicar el rafting”, opinó Meglioli. Además de ser guía turístico en Cuesta del Viento, Meglioli trabaja para la empresa encargada de las obras de Caracoles y forma parte del equipo de especialistas contratados para controlar las condiciones del embalse. Este grupo recorre periódicamente el dique, hace limpieza de sedimentos en la zona, toman muestras del agua, y analizan el comportamiento de las montañas en lo que respecta a desmoronamientos. “Será un lugar ideal para la navegación y la pesca. Ya hay truchas de gran tamaño que bajaron del río y, dentro de dos años, ya estarán listos los pejerreyes que se sembraron el mes pasado”, comento Meglioli. N. Meglioli/Turismo Aventura
