�Pablo no acusó a su hermano Sergio, principal implicado en la causa, pero sí lo hizo Gotkin, presidente de Meldorek, empresa de la que Schoklender era dueño y por la cual se sospecha se desviaron parte de los fondos. Gotkin dijo que él ejecutaba ‘técnicamente‘ las órdenes que le daba Sergio y que no tenía un manejo independiente. Oyarbide rechazó las excarcelaciones de los Schoklender y de Gotkin al considerar que ‘estando libres podrían influir’ sobre aquellas personas cuyo testimonio resultaría esencial para la presente investigación‘.