Testigos dijeron que Sergio Schoklender usaba armas, se manejaba con un grupo de personas que respondía con violencia a sus órdenes y amenazaba a trabajadores de las obras de viviendas de las Madres de Plaza de Mayo. Así lo declararon las personas que tuvieron trato con Schoklender y fue la base de los motivos que expresó el juez Norberto Oyarbide para negarle la excarcelación, al igual que a su hermano.

Los hermanos Sergio y Pablo Schoklender y el contador Alejandro Gotkin están acusados de haber desviado millones de pesos que el Estado le entregó a la Fundación Madres de Plaza de Mayo para construir viviendas sociales, los cuales habrían sido utilizados por empresas que manejaban los acusados. Los tres fueron detenidos la semana pasada en un expediente que se inició en junio, donde Sergio está señalado como presunto jefe de una asociación ilícita y a Pablo y Gotkin se les imputa ser los organizadores.

‘En una oportunidad (Sergio) bajó de una camioneta con un arma y daba directivas a los demás, a quienes les daba órdenes con señas. Yo temo por mi familia. Les pagaba a gente para que nos denunciara por trata de personas. El dinero que le pagaba era como 5.000 pesos‘, declaró una mujer del Chaco, indicaron fuentes judiciales. La misma mujer dijo ante Oyarbide que se oponía a los manejos de Schoklender en las obras en esa provincia y se negaba a firmar convenios. ‘Nos decían que éramos medio indios. Era para mí una pesadilla, le tenía mucho miedo porque llegaba con un grupo de personas que daban miedo‘, agregó. Otro hombre de la misma provincia también declaró que el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo se manejaba con ‘matones que estaban armados‘. ‘Un domingo a la mañana Sergio Schoklender llegó con un grupo de matones que estaban armados, y llegaron ahí en el campo de tiro y quedaron a cincuenta metros del portón y se empezaron a bajar de unas cuatro camionetas y remises‘, recordó.

Una de las imputaciones contra Schoklender en la causa es el presunto desvío de más de 150 millones de pesos para construir 780 viviendas en la villa El Cartón, de esa ciudad, que se había incendiado, y sus habitantes habían perdido sus casas. De acuerdo con la denuncia, para eso fundó una ONG con vecinas del barrio pero se negaron a firmar el convenio y Schoklender luego les falsificó las firmas -lo que fue corroborado por la Justicia- y ellas lo denunciaron.

‘Leíamos el convenio y era mucha plata de lo que hablaba. Entonces cuando me negué a firmar, volvió y entró pateando puertas. Nos llevó a nosotras tres, a los dos (…) y a mí al barrio. Cuando llegamos al barrio a mí no me dejó moverme y trajo cuatro hombres y les dijo que nadie se me acercara‘, recordó una de ellas.

El viernes pasado, Sergio Schoklender quedó más complicado tras las confesiones de Gotkin, ex empleado de Madres, y presidente de las empresas Antártica Argentina y Meldorek SA, a través de las cuales se habría hecho el desvío de fondos. Gotkin confesó que “Antártica y Meldorek eran instrumentos jurídicos para hacer de caja a la Fundación”.

Fuente: DyN