A esta altura de las circunstancias muchas personas saben y reconocen que "el amor salva", o que "los abrazos curan", y aunque sean frases hechas cada día se hacen más reales, sobre todo en aquellos momentos en que la desolación invade y las carencias afectivas se vuelven recurrentes. Esta necesidad básica del hombre es lo que llevó a una sanjuanina, Claudia Chirino, a crear una red de voluntarios que dedican parte de su tiempo a acompañar a personas que lo necesitan. La propuesta tiene por nombre "Sí, acompaño", y comenzó a gestarse en San Rafael, Mendoza hace dos años y ahora arribó a San Juan y muy pronto llegará a San Luis.
Claudia es psicóloga transpersonal e inició este camino desde que comenzó a ayudar personas con enfermedades terminales (para una muerte digna), además de ser la creadora del Método Almas (es un entrenamiento espiritual y se puede encontrar en el blog que lleva el mismo nombre), y otras actividades que la fueron acercando a personas con distintas necesidades pero sobre todo con falta de compañía. La primera aproximación fue la creación de un face que se llamaba Almitas en el que logró reunir cientos de personas que pedían de una u otra manera una apoyo psico-espiritual. Todo ese inicio se gestó en San Rafael porque la profesional debió trasladarse hasta allí por razones laborales hace dos años, pero rápidamente también encontró respuesta en San Juan. A tal punto que el fin de semana pasado se reunieron por primera vez unas veinte personas que quieren integran este equipo de voluntarios y dieron el puntapié inicial para ponerse manos a la obra.
La idea es que cualquier persona que disponga de una mínima cantidad de tiempo a la semana y quiera destinarlo a leer un libro a una persona incapacitada, a jugar a las cartas, a compartir un tejido o una charla con gente albergada en instituciones como por ejemplo el Hogar de Ancianos, centros de recuperación, hospitales, entre otros, pueda hacerlo. Claro que para llegar a este objetivo, los voluntarios se organizan para conocer el mapa de necesidades, solicitar los permisos correspondientes, y sobre todo, recibir asesoramiento de una persona guía para saber como proceder en cada caso, aunque la única consigna es "acompañar desde el corazón".
En San Juan a pocos días de haberse organizado esta movida con voluntarios de diferentes edades, profesiones y actividades, ya tienen el primer objetivo. Es que a la primera reunión asistió Cristina Agüero, una mujer que desde hace mucho tiempo está abocada a ayudar a los vecinos de la zona conocida popularmente como Rioja Chica en Concepción, pero no cuenta con una estructura u organización que la apoye. Ella, solita su alma, busca respuestas a las múltiples necesidades de la zona. Por eso es que los flamantes integrantes de Sí, acompaño, se abocarán a esta primera tarea.
Ayer por la tarde visitaron el lugar para determinar cuales son las carencia más acuciantes para que luego cada voluntario decida a quién y cómo puede ayudar. Una cadena solidaria de puro amor. La ayuda pasará desde enseñar a mantener limpia la zona, preparar materias con los chicos, gestionar trámites, abordar problemas de adicciones, de angustias, de soledades o vínculos difíciles. En definitiva de acompañar para dar fuerza y seguir adelante en medio de condiciones que no son las mejores para un ser humano.
Cada voluntario concretará las labores en las que se sienta más cómodo o conforme de acuerdo con lo que pueda y quiera hacer.
Así como Claudia comenzó todo por internet, decidió canalizar esta idea por Facebook, principal vínculo de contacto para quienes pertenecen al grupo o quieran hacerlo. Con sólo ingresar a Sí, acompaño cualquier persona puede manifestar su voluntad de sumarse al proyecto, encontrar teléfonos, indicar lugares o personas que en estén en situación de vulnerabilidad y necesiten ayuda, o sumarse al trabajo de acuerdo con sus posibilidades.
En San Juan Silvia Ruiz, profesora de psicología y Ciencias de la Educación de Nivel Medio, es una de las referentes del voluntariado, y quien junto a Claudia guían a los colaboradores para ofrecer ayuda concreta desde los afectos. "La experiencia de acompañar a personas que no tienen a veces recursos ni otras maneras de comunicarse, es sanador para ambas parte. Una cree que va a dar y termina recibiendo y aprendiendo", asegura Silvia.
Otro detalle importante a saber es que el tiempo para "dar" lo elige cada persona, puede ser una hora a la semana, cada 15 días, o lo que cada uno sabe que puede ofrecer con un compromiso sincero y personal.
Alcanza con querer ayudar, disponer de un hombro afectivo, una sonrisa, una mirada humana o un abrazo de afecto. Esa es la base de Sí acompaño, tal como dice su creadora, Claudia Chirino: "nadie se salva solo en esta vida, ni nadie se pierde solo".
Un equipo de primera
Los primeros voluntarios que entregarán parte de su tiempo, de sus conocimientos, y sobre todo, de sus afectos, a personas en situaciones críticas son: Claudia Chirino, Gustavo Elkinbard, Cristina Agüero, Silvana Martín, Elena Silvia Ruiz, Daniela Fernández, Victoria González, Patricia Benegas, Patricia Trigo, Daniel Castro, Paola Romero, Lorena Pedrozo, Marta Martínez Del Bono, Josefina Varona, Susana Roldán, Claudia Moreno y Rubén Miranda.
