Para Martín Garrido, San Juan es una tierra a la que le gusta venir siempre para correr las clásicas de ruta. Por eso haber venido a correr la Vuelta de MTB y ganarla, como el mismo lo afirma, es motivo de alegría. "Siempre es lindo ganar acá donde el ciclismo se vive de una manera especial’, confió mientras terminaba de cambiarse la indumentaria mojada por el esfuerzo por otra seca con la que acudió al podio.
A los 37 años y con muchas temporadas de ciclismo rutero sobre sus piernas, este hombre que para la historia quedará como el primer argentino en ganar una prueba dentro del profesionalismo europeo, cuenta que disfruta del mountain y que su entrenamiento lo complementa con las clases que da en su curso privado de Indoor cycle. "Sigo en lo que me gusta sin tener que esforzarme tanto como cuando me preparaba para la ruta. Para el mountain me alcanza con salir un par de veces por semana al campo. Me ayuda mucho mi labor diaria sobre las bicicletas fijas’.
Con respecto a la carrera en sí, Martín la ponderó. "Me gustó mucho, preferiría que tuviese etapas un poco más largas, porque uno va tomándole el gusto a la competencia y se termina. Claro que reconozco que para otras categorías, de ciclistas de mayor edad el esfuerzo continuo y más largo sería una exigencia extrema’, explicó.
Con respecto a su actividad emparentada con el ciclismo de ruta, Garrido afirmó que seguirá compitiendo pero que lo hará más por diversión que por otra cosa. "Seré más selectivo, elegiré las carreras en las que participaré. Seguro que las clásicas sanjuaninas, como la Difunta Correa, que todos saben que me encanta y la Vuelta estarán en mi calendario’, agregó quien ayer se llevó para Córdoba la Copa DIARIO DE CUYO, la que deberá traer el año próximo para ponerla nuevamente en disputa. Él y Mauro Berrocal, ganador de la primera edición, partirán con la ventaja de que si ganan la III Vuelta se llevarán el premio de manera definitiva a su casa
