Identificado como el sanjuanino que integra el plantel del hexacampeón UPCN San Juan Vóley desde su primera conquista, el central Gustavo Molina se siente particularmente agraciado por ser de los pocos que siguen recibiendo el cariño y reconocimiento diario por la reciente obtención de la sexta Liga A1 de vóleibol, hace 10 días. -¿Cuántos festejos hubo por el sexto título? -El día que salimos campeones fue el único momento con todo el equipo, porque al siguiente muchos ya se tuvieron que ir de San Juan. Luego vinieron muchos con familiares y amigos. Me siento dichoso al punto que me cansé del asado. En la última reunión, hicimos pollo a la parrilla. Igual, queda una semana más y otra vez empezaré a trabajar en el club nuevamente. -Ya es costumbre verte con la bandera argentina y la inscripción Chimbas. -Es siempre la misma. Veía como los jugadores de otros piases celebraban con sus banderas y la hice para el primer Mundial de Clubes que jugamos. Siempre que puedo nombro a Chimbas. El alemán Popp me decía que siempre aparece en la parte de policiales. Pero hay muy buena gente y muy buenos deportistas como la boxeadora Leonela Yúdica o Salomé Rodríguez, bicampeona con la selección de hockey. Es bueno que los niños vean eso. Con mis sobrinos jugamos en la plaza y de repente aparecen diez niños queriendo aprender. -¿Al vóley? -Sí, al fútbol ya no puedo enseñar. Lo cierto es que viví toda la vida en Chimbas y en este tiempo se perdieron las uniones vecinales y los clubes. Veo a niños a la noche con otros más grandes y pienso que si hubieran estado corriendo a la tarde en el club, a esa hora estarían durmiendo. -Nombraste a tus sobrinos, ¿sos el famoso tío baboso? -Los amo a los cuatro, daría mi vida por ellos. Lautaro, mi ahijado de 10 años, es mi debilidad. Es el mayor de mi hermano más chico. Después están Tiziano, de 5, y Constantino, de 3. Todos nombres de película. Y en Buenos Aires vive Enzo, de 1 año, que es de mi hermano más grande. Todavía no tengo hijos: ellos son todo. -¿Y la presión por los propios? -No, con mi novia Virginia tenemos que dar antes otros pasos. Van a venir. Por ahora disfruto a mis sobrinos y hago esas cosas que no son correctas de un padre. Como hacer caritas de atrás cuando los están retando. O los provoco, jugando a la Play y gritándole los goles. Y por supuesto, escuchamos música. -Los favoritos? -Sabroso, Ulises Bueno, el Pepo. -En el vestuario, Martín Ramos motiva con AC/DC.
-Eso quedó de Bogdan Olteanu. El otro día le llamé por la final de la Superliga brasileña y le dije que había dejado muchas cosas lindas en el club, salvo eso. Eso sí, en el colectivo yo pongo la música. Y siempre con Javier (Filardi) ponemos un rato a La Mona Jiménez. -La última, ¿qué pensás cuando ves la palabra hexacampeón?
-Lamentablemente mis compañeros se pierden esto. Todos los días hay una persona que me dice lo increíble que es esto. Es muy groso, pero va de la mano del esfuerzo de la dirigencia, del cuerpo técnico y de nosotros de todo lo que hacemos.
