Mario Javier Castro vivió esta semana uno de los momentos que catalogó entre los más importantes en su vida deportiva. Autor del gol con el que San Martín ganó el clásico actual del fútbol sanjuanino a Sportivo Desamparados, el volante de la Primera local que cumple 22 años el próximo 4 de octubre y juega en el Verdinegro desde los 5 señaló que "’es especial jugar esta clase de partidos. Como muchos de mis compañeros, llevo muchos años en el club y sabemos lo que se juega siempre en un clásico”.
-¿Cómo te fue en general en los clásicos?
-En inferiores, las viví todas, pero desde que estoy en Primera, hemos empatado y ganado, no tengo derrotas. Y es la primera vez que le hago un gol.
-¿Tenés amigos en Sportivo?
-Sí, Roberto Cortez. Jugamos juntos en San Martín y en el mismo puesto.
-¿Hablaron antes del partido?
-Antes, no. Fue en el partido. Es que no sabía que estaba jugando ahí. Y en el primer corner yo tenía que marcarlo y empezamos a hablar. Le preguntaba como fue que llegó y ya nos pusimos a hacernos chistes, pero se terminó cuando se ejecutó el corner.
-¿Qué querías del partido antes que empezara?
-Siempre soñé con hacer ese gol, el de la victoria, y por suerte se me dio. Fue una alegría muy grande. Estaban en la tribuna mi vieja y mi novia y verlas fue algo muy fuerte. Mi viejo no va a la cancha porque es muy caliente.
-¿Y vos sos calentón también?
-Sí. Quiero ganar hasta en los entrenamientos. El otro día tuve una agarrada con el profe Naveda, a quien le pido otra vez disculpas. Fue durante un reducido con con los chicos de la Cuarta. El dijo que era empate un partido que ganamos nosotros. Me calenté y tuvimos un diálogo bastante fuerte. Después del clásico hablamos otra vez.
-¿Qué hacés cuando no estás en el fútbol?
-En mi casa veo partidos y a la siesta me gusta dormir. Paso mucho tiempo en la casa de mi novia Antonela. Gracias a Dios es muy buena su familia.
-¿Les gusta el fútbol?
-Sí, son hinchas de San Martín. Mi novia tiene tatuado el escudo.
El jueves fue el cumpleaños y pasamos juntos todo el día.
-¿Te ayudó que fueran hinchas de San Martín en su casa?
-La verdad que sí, al principio. Pero son muy buenas personas y si fuéramos de equipos diferentes no hubiera sido problema.
-¿Qué cambios hubo en tu vida en estos días?
-En el plantel estamos todos más felices. Y en lo personal, es una cuestión más interna. Como dije recién, lo que más feliz me puso fue cuando las vi a mi novia y a mi vieja. Fue el mejor regalo para ese momento. Y haber hecho el gol, es
lo más fuerte que me pasó por dentro en el fútbol sanjuanino.
