El morado: Tanto el color morado como el violeta provocan un efecto de lo más tranquilizador en las personas. Este color tiene un matiz especial y enigmático. Inspiradoras hasta límites infinitos, son un estupendo obsequio para personas que se dediquen al mundo del arte.
Se podría decir que las flores de este color provocan la parte más fantasiosa de nuestra mente. Se las relaciona con las relaciones íntimas. Si tu intención es provocar o incitar un encuentro amoroso nada mejor que aparecer con un precioso ramo de flores moradas.
Al regalar flores moradas se transmite un mensaje de apoyo para combatir los miedos y las inseguridades.
El azul: Las flores azules son ideales para incrementar la confianza con una persona. Es síntoma de lealtad y amistad verdadera. Es una manera de decir que confías plenamente en esa persona y que esperas lo mismo. Es sinónimo de confidencialidad. Se pretende mostrar amistad verdadera y también supone abrir el corazón a esa persona, invitando a contar secretos y a escucharlos. Sirven para momentos delicados, como por ejemplo cuando un ser querido está hospitalizado o está atravesando un momento difícil, ya que son una forma de expresar tus sentimientos y tu apoyo hacia esa persona.
El rojo: Las flores rojas están asociadas a las emociones, la pasión, al amor de pareja, a la unión y a la seducción.
El amarillo: Las flores amarillas se relacionan con la juventud y la alegría. Sin ideales para regalar a alguien que está pasando por malos momentos, que está enfermo o quizás un poco deprimido. Simbolizan el éxito intelectual, el reconocimiento a los esfuerzos realizados.
