Cuarto día de búsqueda, igual resultado: el cuerpo de Rodrigo Muñoz (26) sin aparecer en los caños cloacales. Pero anoche, había más optimismo en la gente de Bomberos y en los de OSSE que trabajan a full desde que ocurrió la tragedia, en la tarde del jueves pasado. ¿Por qué el optimismo?, porque después de recorrer unos 5 kilómetros de cañerías, el rastrillaje parecía más prometedor en un tramo de 110 metros, contados desde una cámara situada fuera de la planta del Bajo Segura (en calle 12 de octubre) hasta otra en el interior de esas instalaciones en Santa Lucía. Anoche cortaban parte del líquido cloacal que llega a ese lugar y usaban una enorme manguera para bombear otra parte, con la idea de que al menos un bombero pueda ingresar en ese tramo donde la cañería es de 1,60 metro de diámetro. La apuesta es fuerte en ese entubado porque el domingo metieron un envoltorio con un peso aproximado al de la víctima (Muñoz pesaba al menos 110 kilos), que recién pasó cerca del mediodía de ayer, luego de que con un gancho sacaran un trozo de palo que, al parecer, le impedía el paso.
"Como acá (por la planta) hay luz artificial, vamos a trabajar toda la noche. La idea es tratar de ver si podemos meter a un efectivo para que revise porque el garfio se traba. Como siempre, se trabajará con todas las medidas de seguridad", dijo el jefe de Bomberos, comisario Rogelio Alcayaga.
El resultado del trabajo es seguido como siempre muy de cerca por los familiares directos de la víctima (madre, pareja, hermanos y primos de la víctima), que ayer contaron con el apoyo público de sus vecinos en Marquesado, Rivadavia: en la tarde, al menos 150 personas marcharon por la zona para reclamar por el hallazgo del cuerpo.
