Los chicos alcanzaron a dormir ayer, pero el mayor parece que recordaba el incendio y de a ratos hablaba y lloraba en su sueño. Valeria y Juan, en cambio, no pudieron pegar un ojo y vivían su pesadilla pensando en qué hacer. Y cómo no estar preocupados, el año pasado la lluvia casi destruyó su casa de adobe y ahora fue el fuego el que acabó con el módulo habitacional que era su hogar. Las llamas dejaron sin nada a esta pareja de Colonia Fiscal Sur y a sus cinco pequeños.
Esto pasó el miércoles a la tarde en una casilla de fibra de 9 metros por 4, situada en la calle Mendoza Vieja de ese distrito de Sarmiento. Valeria Díaz estaba en el comedor junto con sus hijos Gabriel (6), Celene (4), María (3), Joaquín (2) y César, su bebé, cuando se cortó la luz. ‘Empecé a sentir un olor a quemado y después vi el fuego en la pieza del fondo’, relató la muchacha. Las llamas se originaron en un enchufe detrás de un ropero, dijo.
‘Saqué a los niños de la casa y traté de entrar de nuevo, pero no se podía por el fuego. En quince minutos perdimos todo’, contó Valeria. Los 60 kilómetros que separan ese poblado con el Gran San Juan, hizo imposible que los Bomberos llegaran a tiempo. Fue así que la mujer no tuvo otra que resignarse a ver cómo ardía esa prefabricada, donde se quemaron muebles, electrodomésticos, toda la ropa y hasta $5.000 que ahorraban. Juan Sánchez, el papá de los niños, estaba trabajando. El hombre se largó en llantos cuando regresó pasadas las 18 y vio su hogar convertido en cenizas. Hasta anoche, ninguna persona del municipio de Sarmiento se había acercado a asistir a la familia.
