“Ni una queja de los padres. Ni una recibimos. Es que era algo que necesitábamos y toda la comunidad educativa entendió que es para el bien de los chicos y de los papás”, dijo la directora de la escuela Rivadavia, Josefina Guerrero. En ese establecimiento, la Municipalidad de la Capital empezó a implementar un programa de reordenamiento de tránsito que, a través de la prohibición de estacionar, delimitar zonas de ascenso y descenso de alumnos y de controlar con monitores urbanos pretende evitar el caos vehicular a la entrada y salida de clases. La medida fue bien aceptada por los padres y no se vio la postal de autos parados en doble y hasta triple fila, o de niños atravesándose entre los coches, entre otras faltas e imprudencias.
Ayer, a la salida de clases, los vehículos pudieron detenerse unos minutos frente a la escuela y algunos papás bajaron a buscar a sus hijos, mientras que otros los esperaron con los motores en marcha pues los niños ya estaban en la vereda. Ese proceso fue ágil, pues si bien los monitores urbanos permiten la detención durante unos minutos, los vehículos salían rápidamente y ya había otros que venían detrás para ocupar esos espacios. Además, al no haber rodados que pasaban horas estacionados por San Luis aprovechando que allí no funciona el Eco (hasta antes de la medida), redujeron la posibilidad de que los papás se detengan en doble fila. Por su parte, cuando alguno ayer lo hizo, fue advertido por los monitores urbanos que trabajan específicamente en la zona, pues por ahora no buscan sancionar con actas.
“El comportamiento de los padres ha sido por demás correcto. Pensábamos que los monitores urbanos podían recibir algún tipo de queja, pero no fue así. También controlamos que los niños no crucen por cualquier lado, sino por la senda peatonal. Además, por pedido de la escuela, empezamos a acompañar a los alumnos que toman colectivos en la avenida Rawson”, dijo Darío Molina, director del Eco.
Las charlas previas que dieron en la escuela fueron clave para avanzar con el reordenamiento, pues desde la Municipalidad de Capital dieron detalles de lo que iban a realizar. Los alumnos fueron, además, los transmisores de información a sus padres. “También a los papás les enviamos notas explicativas y gente del municipio repartió folletos con las zonas demarcadas. Fue un proceso previo importante”, indicó la directora.
EL PLAN
El “Programa de Ordenamiento de Tránsito” comenzó a implementarse ayer en la escuela Rivadavia pero se gestó tras hacer exitosamente una prueba piloto en la Antonio Torres.
El objetivo del plan es mejorar el tránsito frente a establecimientos escolares en zonas sensibles y prevenir accidentes. Para eso, la clave es impedir el estacionamiento y generar zonas reservadas para el ascenso y descenso de los estudiantes. Además de establecer sectores para que se detengan los transportes escolares (que deberán gestionar una oblea específica en la municipalidad) y los que trasladan a discapacitados.
El desarrollo del programa será paulatino y hay otros establecimientos en carpeta para reordenar el tránsito, como el colegio Santa Rosa, la escuela Modelo, el colegio San Francisco, la Inmaculada, el Central Universitario y la Fray Mamerto Esquí, entre otros.
