-Alteraciones menstruales: Son las primeras que denuncian el periodo pre-menopáusico, pueden ser oligomenorrea (ciclos 35 a 90 días) o hipomenorrea (menstruaciones de menos de 2 días y de poca cantidad) como manifestación de una insuficiencia progestacional y anovulación. Aunque también pueden ser manifestaciones en más como polimenorrea (ciclos de menos de 21 días), hipermenorrea (menstruaciones abundantes en cantidad que duran más de 24 horas y raramente sobrepasan los 7 días) o menometrorragia (sangrados que duran más de 7 días), en estos casos hay que descartar otras patologías.
-Alteraciones neurovegetativas: Aquí se caracterizan por sofocos (sensación repentina y transitoria de calor, de intensidad variable en al cara, el cuello y el tórax, acompañada de enrojecimiento cutáneo y frecuentemente sudoración), este síntoma no sólo es una experiencia subjetiva. Este es el síntoma más frecuente y más molesto que interfiere en la calidad de vida. También existe sudoración, palpitaciones, parestesias, náuseas, cefaleas e insomnio, entre otros.
-Alteraciones psicológicas: Labilidad emocional, nerviosismo, irritabilidad, estado de ánimo depresivo, disminución de la libido.
-Alteraciones del sistema urogenital: Estos cambios se presentan en el 50 por ciento de las mujeres postmenopáusicas entre 55 y 60 años. La disminución de los estrógenos lleva a una atrofia urogenital con síntomas como: sequedad vaginal, dispareunia (dolor coital), prurito vulvar (picazón), disuria (dificultad para orinar), polaquiuria (aumento de frecuencias miccionales), incontinencia de orina e infecciones urinarias recurrentes.
El déficit de estrógeno afecta la mucosa vaginal produciendo un adelgazamiento, sequedad y disminución de la elasticidad, con fragilidad vascular. Desaparece la flora habitual (lactobacilus) que es remplazada por bacterias intestinales.
-Trastornos dermatológicos: Atrofia de piel y faneras (pelo, uñas). La piel se adelgaza y seca, estos cambios son especialmente notorios a nivel de la cara.
-Enfermedad cardiovascular: El infarto de miocardio es más frecuente en hombres que en mujeres antes de los 50 años, luego con el paso de los años la incidencia se equipara, ya que se pierde el efecto cardioprotector de los estrógenos, que parecen ser profilaxis contra el riesgo de enfermedad cardiovascular.
La arterioesclerosis y los accidentes cerebrovasculares, también pueden manifestarse en esta etapa.
Los factores del riesgo para enfermedad cardiovascular son: hipertensión arterial, alteración de la tolerancia a la glucosa por resistencia a la insulina, colesterol elevado, obesidad, tabaco, sedentarismo y stress.
En la menopausia se produce un cambio desfavorable en el perfil lipídico: aumenta el colesterol total, el LDL (colesterol malo) y los triglicéridos, mientras que disminuye el HDL (colesterol bueno). La terapia hormonal de reemplazo (THR) revierte esto.
Los estrógenos actuarían favoreciendo la vasodilatación y la prevención en la agregación plaquetaria.
-Osteoporosis: Es la patología extragenital mas asociada al climaterio. Se la denomina la "epidemia silenciosa’, porque cada vez es mayor el número de pacientes que la padece, y porque no presentan síntomas hasta que aparecen las fracturas, el dolor y la incapacidad funcional. La mayor parte de la pérdida ósea en la mujer se produce entre los 2 o 3 primeros años después de la menopausia.
La osteoporosis se puede definir por 3 elementos: disminución de la masa ósea, deterioro de la microarquitectura del tejido óseo y aumento consecutivo del riesgo de fracturas ante traumas mínimos, especialmente columna vertebral, muñeca y cadera.
La mayoría de las investigaciones se inclinan a considerar la caída de los estrógenos como el factor más importante de la osteopenia en la menopausia.
La osteoporosis se puede diagnosticar por radiografía ósea simple que no permite un diagnóstico temprano de pérdida de masa ósea, es necesario que se haya perdido más de un 25 por ciento de ésta o mediante una densitometría ósea, la cual posibilita predecir el riesgo teórico a fracturas. Habitualmente se estudia la región lumbar y el cuello del fémur.
