Qhapaq Ñan. El Camino del Inca, el sistema imperial construido antes de la colonización española y que nacía en Cuzco, tiene una extensión de 60 mil kilómetros e incluye a Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Por nuestro país (Argentina) esta línea atraviesa las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Mendoza y San Juan. El legendario camino del Inca, que fuera motivo de admiración de conquistadores, investigadores y cuanta persona tuvo oportunidad de conocerlos y caminarlos, ofrece la posibilidad de ir tras las huellas de una de las grandes culturas americanas.

El Qhapaq Ñan, que en lengua quechua significa ‘camino del señor’ o camino principal, vinculaba una extensa red de caminos que atravesaban los diferentes ecosistemas del territorio andino. Es la red de caminos precolombina, que alcanzó su pleno desarrollo y consolidación bajo la compleja administración del Imperio Incaico entre los siglos XV y XVI. No se trata de un recorrido común, constituye una senda donde lo físico se funde con lo histórico y lo místico; caminos y sitios son la materialización de los procesos sociales que llevaron a una cultura andina a la cúspide del desarrollo y poder, logrando la mayor expansión territorial del continente americano.

Esta expansión es el resultado de un proyecto político integrador denominado Tawantinsuyu, que fue llevado a cabo por los Incas en el siglo XV . Este vínculo de unión física de regiones diversas y distantes promovió la transmisión de valores culturales, además de la migración de productos alimenticios, objetos muebles, tecnologías, ideas, mitos, personas, etc., todo bajo el estricto control de los gobernantes incas y un sistema de administradores que se encargaban de que se cumplieran todos los mandatos relacionados con el control administrativo y de la centralización de los recursos del Tawantinsuyu.

Qhapaq Ñan debe ser entendido como un sistema, donde cada segmento de camino, cada sitio, por insignificante que parezca, representó un eslabón importante en la propuesta política del Tawantinsuyu, con un poder de organización y circulación de bienes suntuarios y de todo tipo por la vasta geografía andina, donde el sistema vial fue el principal instrumento.

A nivel turístico, el Qhapaq Ñan propone una nueva forma de visita, la cual implica recorrer varios ambientes geográficos. El paisaje y las culturas locales precedentes a los incas, proponen una narrativa variada, interesante y particular. Justamente en esa variedad está la riqueza de la propuesta del Qhapaq Ñan a nivel turístico. Hay una historia compartida entre seis países sudamericanos.

El Programa Qhapaq Ñan comienza en el año 2002, por iniciativa de Perú, a quien se le sumó Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador, bajo la premisa de integrar la riqueza y la diversidad cultural de la región, entendiendo al Camino Andino como el vehículo e instrumento de conexión y

apuntar al fortalecimiento de las comunidades locales, promoviendo el desarrollo sustentable y el mejoramiento de su calidad de vida.

En abril de 2006, una reunión de expertos celebrada en la UNESCO en París, consideró al Qhapaq Ñan – Camino Principal Andino, como ‘el bien cultural más grande de Latinoamérica’ y su proceso de nominación como ‘especial por su dimensión continental’; además, hasta ahora, no ha habido tantos países que colaboren juntos en una sola candidatura.

En diciembre de 2010, los países se unieron en la XX Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata y firmaron un acuerdo con la Unesco que incluye la definición de los ‘tramos visibles’, asociados a sitios arqueológicos. El fin era trabajar posteriormente de manera conjunta en un plan de explotación turística y social, donde las comunidades, particularmente, los pueblos originarios, participaran activamente del proceso de nominación y la gestión a futuro.

La complejidad interinstitucional e interdisciplinaria, llevó a planificar y formular un Plan de Acción tanto Regional como Nacional. Con financiamiento del BID y UNESCO, expertos de los seis países acuerdan y organizan una agenda a cinco años (2006-2011), definiendo en conjunto las líneas de acciones específicas. La declaración del Camino del Inca como Patrimonio de la Humanidad ayudará a que se conozcan sus riquezas históricas a nivel internacional. Para ello, los estados involucrados trabajaron siete años con expertos de diferentes áreas de las ciencias naturales, coordinado por el Centro de Patrimonio Mundial de la ONU.

Fuente consultada: Dra. Adriana Otero, investigadora de la Universidad de Comahue – Neuquén.

Angualasto el pueblo de las puertas pintadas

Las obras terminadas por los artistas donde se puede ver que la típica arquitectura del lugar se conserva, dando fe al área de amortiguación del patrimonio de humanidad. Solo se pintaron algunas puertas y ventanas de las viviendas, cuyos propietarios dieron su consentimiento por escrito a la Municipalidad de iglesia. Un paseo de dos cuadras con 21 pinturas que llenan de color, historia y texturas al paisaje de Angualasto.

Fuente:

Intendente de Iglesia – Marcelo Marinero.

Sergio Cámera – Secretario de Turismo y Cultura de Iglesia.

Susana Navarro de Preisz – Asesora Técnica en Turismo y realizadora del plan de Turismo TUT.

Inés Lalanne – Artista Visual y Directora del proyecto artístico