Complicada es la realidad del agro local, teniendo en cuenta lo que ha sucedido en esta semana, en diferentes ámbitos. Por un lado, la reunión entre productores y los representantes del Departamento de Hidráulica que no llegó a buen puerto, por el agua de riego, ha llevado malestar a los agricultores de diversos departamentos. Es cierto que hay escasez hídrica, la nieve acumulada en cordillera no alcanza a cubrir la demanda para la zona cultivada, también es cierto que son necesarios los pozos en buen estado de funcionamiento y no se han hecho las inversiones necesarias, pero también es verdad que no se pagan los cánones de riego por hectárea, simplemente por una costumbre bien sanjuanina. Todo es cierto: entonces, ¿cómo se soluciona este grave problema?
Por otro lado, hacer un pozo, números actuales de un gran diferimiento que está haciendo 3 en este momento, según profundidad a trabajar, según potencia de bomba instalada, según distancia de tendido eléctrico y otras variables, cuesta alrededor de $320.000 y hasta quinientos mil. Con estos números, ¿quién puede hacerlo?
Además, los valores reales de las producciones están muy bajos, la mayoría de las culturas locales lo demuestran, y si no es una delicatessen, una verdura demandada, una fruta muy temprana, el resto no posee rentabilidades atractivas. Las cadenas de pagos están lentas y/o cortadas, y los insumos y la gente de la finca, los sábados, hay que pagarla…
¿Cómo se sale de esta situación? Verdaderamente son necesarios serios estudios de costos actualizados, de mercados foráneos y locales, y de incorporación de maquinaria moderna para eficientizar los procesos. Un panorama complejo.
