Los Pumas dejaron ayer el corazón en la cancha, pero no pudieron dar el golpe ante el seleccionado de Australia que los venció por 29-15 en el mítico estadio de Twickenahm, en Londres, y los dejó al margen de la definición de la Copa del Mundo.
Dos errores no forzados en los primeros diez minutos del partido, les permitieron a los Wallabies sacar una ventaja considerable en el comienzo, que Los Pumas estuvieron cerca de descontar en la segunda parte, pero chocaron con una gran defensa que mantuvo su ingoal invicto.
Los nervios consumieron a Los Pumas en el primer cuarto de hora y dos errores en campo propio les costaron caro.
Apenas había pasado un minuto cuando Simmons interceptó un pase de Nico Sánchez y se cortó hacia los postes. Y a los 9, un knock on de Cordero le dio un scrum a los Wallabies cerca de la línea de 22 y de esa formación nació el try de Ashley-Cooper. Esas dos conquistas destruyeron mentalmente al albiceleste. Tan sólo funcionaba el scrum y el pie derecho de Sánchez, quien no desaprovechaba ocasiones para achicar ventajas. Así Los Pumas se pusieron 6-14 sobre los 24. Pero el árbitro inglés Wayne Barnes, de pobre labor, le sacó una tarjeta amarilla a Lavanini por un dudoso tackle peligroso.
Con un jugador menos Argentina resistió, inclusive cuando perdió por lesión a Creevy. Pero a los 32 Ashley-Cooper sobró por afuera y volvió a apoyar un try.
Un nuevo penal de Sánchez achicó distancias y sobre el final del segmento, tras una buena acción de Cordero, Los Pumas estuvieron cerca de quebrar el ingoal australiano, pero al wing le faltó apoyo y el parcial se cerró 19-9 en favor de los Wallabies.
Sin mucho orden, pero dejando el alma en cada pelota, Los Pumas se llevaron puestos a los australianos en gran parte del segundo tiempo. Pero les faltó claridad para resolver en terreno ajeno frente a una gran defensa que terminó ganando el duelo.
Dos penales de Sánchez contra uno de Foley dejaron al representativo albiceleste a tiro de try convertido a los 14’ de ese segmento final. Y Los Pumas, a puro coraje y con algunos trabajos descollantes, como el de Facundo Isa, lograron situar el juego en terreno ajeno. Pero les faltó precisión y potencia para poder quebrar a una gran defensa.
En el cierre, cuando el físico de los argentinos ya no respondía, Mitchell escapó por el lado ciego y habilitó a Ashley-Cooper quien anotó try para sellar el triunfo australiano, que fue justo, de eso no hay dudas.
Los Pumas entregaron el corazón, pero esta vez les faltó claridad y tranquilidad para encarar un partido de esta naturaleza.
