La crisis hídrica que afronta nuestra provincia, debido a los bajos niveles de escurrimientos de nieve en la alta cordillera, requiere de una serie de acciones por parte de la población a fin de mitigar las graves consecuencias de la escasez de agua.
En la consideración de la mayoría de los observadores las medidas a implementarse son, en general, de carácter solidario ya que consisten en que todos los sectores de la vida provincial efectúen algún aporte espontáneo que contribuya a mejorar las condiciones para el aprovechamiento, administración y generación de este recurso vital.
A uno de los sectores que la escasez de agua lo afectará directamente, como es el de los productores frutihortícola, se les debe solicitar su máximo esfuerzo en la tecnificación de los sistemas de riego y en el pago del canon de riego, a fin de garantizar recursos que Hidráulica debería contar para encarar obras de infraestructura que ayuden a mejorar el aprovechamiento de la poca agua.
Por otra parte, la población en general deberá colaborar con un efectivo ahorro del consumo de agua potable, evitando el derroche como nunca antes lo ha hecho. Se debe comprender que estamos ante una situación límite, en la que queda muy poco margen para evitar que en poco tiempo más entremos en una situación de emergencia que podría llegar a disponer duras restricciones. En este sentido los sanjuaninos debemos aportar una cuota de sacrificio controlando el uso de lavarropas automáticos, el llenado de piletas domiciliarias y el riego en exceso de jardines.
Otro de los aportes para atenuar la sequía debe proceder del sector empresario contratista que interviene en obras hidráulicas como la construcción de diques o reparación de canales. A ellos, el Gobierno podría solicitarles un aporte especial para la reparación de las batería de pozos de Zonda, donde hay cerca de 20 pozos que no está en condiciones de funcionar y cuya reparación implica recursos económicos, mano de obra especializada y disponibilidad de soluciones técnicas como determinar la profundidad de napas e instalaciones eléctricas.
Si bien con la colaboración de cada uno de los sectores mencionados no se logrará dar una solución de fondo al problema, existe el convencimiento de que ayudará a ser más llevadera la situación hasta tanto mejoren las condiciones por determinación de la propia naturaleza.