Juan Martín Del Potro, aquejado por una tendinitis en la muñeca izquierda, dijo adiós a la semifinal de Copa Davis en la que Argentina está 2-1 abajo ante la República Checa, y creó un escenario en el que una victoria se transformó en algo utópico.

“Quiero informar que mañana (por hoy) el cuarto punto de la serie (ante Tomas Berdych) lo jugará Carlos Berlocq”, anunció el capitán argentino Martín Jaite, visiblemente descolocado por la situación, en una conferencia de prensa posterior a la derrota del dobles argentino frente al checo en tres sets.

El tandilense, octavo tenista del ranking mundial y medalla de bronce en los recientes Juegos de Londres 2012, llegó al país lesionado tras su participación en el US Open, donde avanzó hasta cuartos de final y perdió con el serbio Novak Djokovic, y desde que pisó el aeropuerto de Ezeiza se elucubraron todo tipo de teorías respecto de su presencia en la Davis.

Finalmente, luego de analizarlo durante 48 horas, Del Potro decidió jugar, pese a que aclaró que su médico personal, el norteamericano Richard Berger, le recomendó reposo durante 15 días para recuperarse totalmente de la lesión en la muñeca izquierda que le impide armar correctamente su golpe de revés a dos manos.

En su lugar ingresará Carlos Berlocq, un viejo batallador del circuito que empezó desde el año pasado a jugar los torneos grandes, y que ingresó al equipo en lugar de Nalbandian, de lo contrario no hubiera sido convocado ni siquiera como sparring. Berlocq debutó ayer en el dobles y demostró mucha actitud, al punto de que jugó mejor que Eduardo Schwank, su experimentado compañero en la derrota ante Berdych y Stepanek, por 6-3, 6-4 y 6-3.

Los argentinos batallaron durante dos horas y 37 minutos ante unas 14 mil personas en el Parque Roca, pero pese a sus esfuerzos claudicaron frente a dos tenistas superiores.

En el primer set, los checos se impusieron por 6-3, con dos quiebres de servicio en su favor (uno a cada argentino) y mucha coordinación.

En el segundo parcial los argentinos quebraron de entrada el saque de Stepanek, pero fue apenas un espejismo ya que Schwank no logró sacar bien durante ese set y cedió su servicio dos veces. Los checos aprovecharon ese bajón para llevarse también el segundo parcial por 6-4, siempre con Stepanek como figura excluyente.

En el tercer y definitivo set, entró en acción Berdych para desgracia de la dupla argentina y generó con dos buenas devoluciones un quiebre de servicio sobre el saque de Berlocq, que les permitió manejarse cómodos sin ningún sobresalto para definir por 6-3 y dejar su país a un solo punto del pase a la final.